Y ahora, sin Vinicius y Camavinga, ¿qué hará Ancelotti?
La faena que el virus FIFA le ha hecho al Real Madrid es de las gordas. En dos días se ha quedado sin su futbolista más desequilibrante, que estaba recobrando su mejor nivel, y sin su comodín, el multiusos que le solucionaba cualquier papeleta aportando a partes iguales calidad y físico.
El problema es mayor cuando uno mira al banquillo y ve que hay en él menos jugadores que en la repleta enfermería, donde continúan Bellingham ,Tchoauméni, Ceballos, Güler, Kepa, Militao y Courtois. Sólo el inglés podría estar restablecido para cuando LaLiga se reanude.
Ancelotti y su cuerpo técnico tendrán que encontrar soluciones dentro de los escasos recursos que les quedan en según qué posiciones.
Sin Camavinga
Desde que arrancó la temporada, el técnico ha optado por un medio campo en el que Valverde y Bellingham han sido fijos, mientras que Kroos, Tchouaméni y Camavinga se han ido turnando en mayor o menor medida. Pero este último, si no jugaba en la parcela ancha, en vez de quedarse en el banquillo, pasaba al lateral izquierdo.
Y desde la lesión de su compatriota en El Clásico, había actuado como pivote defensivo. Ahora ya no tiene a nadie don Carlo para ese rol. Lo más probable es que sea Kroos quien se sacrifique en ese rol y que Modric haga el papel del germano. Eso si quiere mantener el 4-4-2 habitual de esta campaña.
Sin Vinicius
Arriba, tampoco va nada sobrado. La salida de Benzema no se cubrió en verano con nadie y, sin Vini, sólo quedan sanos Rodrygo, Joselu y Brahim, al que hasta hace dos partidos no le dio ni bola. Si mantiene el citado dibujo, serían los dos primeros quienes ocupasen la delantera, aunque si lo que pretende es tener a alguien en el césped con desborde, el elegido debería ser el malagueño.