Castellanos y el Girona desatan la tormenta perfecta sobre un Madrid humillado (4-2)
La visita del Real Madrid siempre es motivo de fiesta y Montilivi se engalanó para recibir al actual campeón de Europa. Da igual que fuera martes y que la hora de comienzo fuera un tanto extraña. En Girona, con el equipo un poco más lejos de Europa que de las plazas de descenso pero en zona tranquila, era una ocasión para festejar e intentar dar un disgusto a rival sin mucha motivación en la liga pero con el implacable foco mediático siempre puesto sobre él. Para el Madrid no existen los amistosos. Desde Manchester, Guardiola estaba pendiente de lo que hacía el equipo de su amigo Míchel, con quien mantiene hilo directo por cuestiones de afinidad empresarial. Papá City observaba con atención el desempeño de uno de sus hijos ante el ogro que domina Europa y que le espera a la vuelta de la esquina.
El Madrid mostró sus intenciones desde el comienzo. Antes de cumplirse el primer minuto de juego Rodrygo casi marca un gol antológico de tacón a pase de Modric. Salvó Juanpe dentro del área pequeña. Fue la tarjeta de presentación del equipo blanco. No quería sustos el conjunto de Ancelotti. Nacho y Valverde obligaron a realizar dos buenas intervenciones a Paulo Gazzaniga en los minutos 4 y 5.
Comienzo esperanzador
El Madrid era el dueño del balón y Modric ponía la música para el baile, pero el fútbol es caprichoso y en el primer acercamiento peligroso de los locales, Miguel Gutiérrez, canterano de La Fábrica, puso un magnífico centro templado desde la izquierda a “Taty” Castellanos y el argentino, de cabeza, no perdonó. El Girona demostró enseguida por qué es el cuarto equipo más goleador de LaLiga y Miguel avisó para que le hagan sitio en la plantilla en el futuro.
Sabido es que el fútbol no premia el buen juego ni las ocasiones sino la eficacia en las áreas y en eso el Girona fue demoledor. Un balón largo de Arnau a Castellanos contó con el inesperado error de Militao, que se confió demasiado, para que “Taty” se plantase solo delante de Lunin, que no tiene la contraseña del libro de los milagros de Courtois y poco pudo hacer. El marcador reflejaba un 2-0 en el minuto 23 en un partido con pleno dominio de juego del Madrid pero una aplastante efectividad de los locales.
Aún no se ha descubierto el antídoto para frenar a Vinicius. Míchel probó con un doble lateral derecho, Arnau y Yan Couto, que lo desquiciaron a veces pero el brasileño es una bomba que siempre está activada y en cualquier momento puede explotar. Su equipo, una vez más, se volcaba por la banda izquierda, buscándole continuamente. Tanto insistió el Madrid que el gol acabó llegando. En el 34 centró Asensio desde la derecha con su zurda de seda y Vini, en una suerte poco frecuentada por él, marcó de cabeza. El duelo, de ida y vuelta, era una delicia para los espectadores, algo menos para los entrenadores, siempre con ansia de controlar la situación. Con lluvia y un Vinicius nuevamente sobreexcitado y encarándose hasta con el banderín del córner pero cargando con toda la responsabilidad de su equipo se fueron los protagonistas al vestuario.
"Taty" hizo el partido de su vida
No debió hacer mucho efecto la charla de Ancelotti en el descanso porque Castellanos, otra vez, en el partido de su vida, logró el tercero. Falló en cadena toda la defensa del Madrid y el centro de Yan Couto lo remató sin oposición el hombre del día, de la semana y del mes en Girona. Hat trick al campeón de Europa en 46 minutos. Las musas le acompañaron en una tarde mágica. El Madrid, que había empezado como un ciclón el choque no era ya ni ligera brisa. Sólo Vinicius mantenía la bandera en pie.
Militao, uno de los mejores centrales del mundo, tuvo, tal vez, el peor partido desde que viste de blanco. En el minuto 62 se tragó otro balón, y “Taty”, en un día que no olvidará mientras viva, anotó el cuarto. Lunin, sin tener gran culpa en ninguno de los goles, parecía invisible. El Madrid era un guiñapo y el Girona no paraba de golpear a sabiendas de estar viviendo una jornada histórica. La grada cantaba, bailaba y veneraba a Castellanos como su nuevo icono.
El único que no se rendía, entre el abatimiento general de sus compañeros, era Vinicius. Otra gran jugada suya en el minuto 75 con pase final a Lucas supuso el segundo para un equipo zarandeado. Guardiola y Haaland se relamían desde Manchester.
Jugador Flashscore del partido: "Taty" Castellanos.