No todos los fichajes son iguales. Hay algunos estratégicos a todos los niveles que requieren mayor esfuerzo e implicación por parte de todos los estamentos de un club. En el caso del Real Madrid, el presidente, Florentino Pérez, sólo se vuelca, a nivel personal, con las incorporaciones de altísimo nivel. Lo hizo con Mbappé y le salió mal porque el francés le dio su palabra para vestir de blanco y luego incumplió su promesa. Ahora lo ha hecho con Bellingham, centrocampista que cumplirá 20 años a finales de junio, es líder del Borussia Dortmund y titular indiscutible de la selección inglesa. 

Hace más de un año que el Real Madrid estrechó el cerco sobre Bellingham y sobre Mark, su padre y representante, sargento de la policía de West Midlands y delantero que marcó más de 700 goles en los campos regionales del Reino Unido durante su etapa como delantero. Los Bellinhgam siempre priorizaron el proyecto deportivo sobre la oferta económica, sabiendo que las cifras serían astronómicas en cualquier caso.

Manchester City y Liverpool han arrojado la toalla

En ese terreno, el de la convicción, Juni Calafat, artífice de los últimos grandes fichajes del Madrid, se mueve como pez en el agua. Después de muchas conversaciones y reuniones durante meses parece que el Liverpool y el Manchester City, los otros dos grandes aspirantes a su fichaje, han comprendido que el deseo del jugador es fichar por el Real Madrid. Primero se apartaron los reds y luego los citizens, que, durante algunas fases de la negociación, pensaron que estaban cerca del fichaje. 

La operación de traspaso rondará los 120 millones de euros y el sueldo del jugador no bajará de los 10 millones netos por temporada. El acuerdo está cercano, pero no cerrado. En cualquier caso, no habrá anuncios oficiales de ningún tipo mientras el Real esté disputando competiciones.