Mendilibar regresa a los banquillos y se convierte en el apagafuegos del Sevilla
José Luis Mendilibar (62) celebró su último cumpleaños hace apenas unos días, el pasado 14 de marzo, pero seguramente no hubiese imaginado que la siguiente semana iba a recibir la llamada de una de las entidades con más renombre de LaLiga Santander. ¿Cuál fue su deseo al soplar los velas? Quizá pensó, tras varios meses apartado de los terrenos de juego, en volver a los banquillos, una tarea que empezó en el pasado siglo con el filial del Athletic Club; o puede, incluso, que no tuviera nada que ver con el fútbol.
Lo único seguro es que se trata de una solución de urgencia y que firma hasta el final de la presente campaña. El Sevilla necesita salvar la categoría y, tras llegar a un acuerdo con Sampaoli, ha optado por un perfil experimentado. Bajar a Segunda sería una debacle histórica y supondría una reducción muy importante de los ingresos económicos, por lo que la única prioridad ahora es seguir en la élite de cara al próximo curso y, a partir de entonces, empezar un nuevo proyecto desde cero.
Mendilibar ha sufrido cuatro descensos a lo largo de su carrera, dos de ellos muy recientes y de forma consecutiva. Logró la proeza de mantener al Eibar en Primera durante un lustro, pero no cumplió el objetivo en la sexta campaña pese a los más de 10 goles que anotó Kike García, ahora en Osasuna. Tras aquella experiencia y sin salir del País Vasco, se convirtió en el recambio de Javier Calleja allá por diciembre de 2021, pero perdió su puesto después de 12 jornadas (una victoria, cuatro empates y siete derrotas).
El nuevo técnico del cuadro andaluz arrancó en la extinta Segunda B y disfrutó de su primera experiencia en la categoría de plata con el mencionado conjunto armero. Después, dirigió 10 encuentros al Athletic en LaLiga, ascendió a la élite cuando estuvo al mando del Real Valladolid -bajó tres años más tarde-, siguió sy carrera en Osasuna -fue cesado después de perder el tercer duelo de la que hubiese sido su cuarta campaña- y estuvo poco menos de dos meses en el Levante, donde sólo ganó un duelo.