Mendilibar se reencuentra en Sevilla con tres viejos conocidos del Eibar
Joan Jordán (28), Marko Dmitrovic (31) y Bryan Gil (22) conocen de sobra a José Luis Mendilibar (62), el elegido para enderezar el rumbo de un Sevilla que naufraga por LaLiga Santander y resiste en la Europa League con la complicadísima tarea de tumbar al Manchester United, que le metió cuatro goles al Real Betis, el eterno y vecino rival. Más allá de la ilusión por vencer a uno de los favoritos para conquistar el torneo, la prioridad ahora es salvar la categoría y mantener a la entidad hispalense en la élite del fútbol español.
Si hay un club en el cual dejó su sello, sin lugar a dudas, ese fue el Eibar. Allí disfrutó de una de sus primeras experiencias una vez colgadas las botas y precisamente en el conjunto armero gozó de su penúltima etapa -después de estar al frente del Deportivo Alavés en un lapso de 12 jornadas-. Pese a que no logró el objetivo de la permanencia al sexto año, mantuvo al equipo de una localidad pequeña y humilde en la élite durante un lustro, todo un hito porque el balance en Primera se resume en siete exclusivas campañas.
Los tres futbolistas mencionados coincidieron con Mendilibar en territorio vasco, pero no formaron parte de una misma plantilla. El atacante gaditano sí estuvo con el portero serbio durante la campaña 2020/21, la del descenso, mientras que este último se despidió del centrocampista catalán en el verano de 2019, cuando el cuadro de Nervión decidió pescar allí. Si algo tienen en común todos ellos es que tuvieron un papel principal a sus órdenes, algo que no está garantizado en esta nueva etapa.
Jordán, un llegador de confianza
Si el mediocentro tiene ahora un contrato mejor que hace cinco años es, en parte, porque el ex de Osasuna o Levante consiguió sacar su mejor versión. Estuvo a gran nivel en la escuadra azulgrana durante dos temporadas consecutivas y dio un salto cualitativo en su carrera deportiva. Sin embargo, nunca firmó unos números tan buenos como en el norte -marcó diez goles y repartió ocho asistencias-. Después de participar en más del doble de partidos en Nervión, suma siete y doce respectivamente hasta la fecha.
Ahora, vuelve a encontrarse con Mendi, aunque tendrá que trabajar para garantizarse. Está bien posicionado de cara a gozar de un rol principal, ya que tiene su confianza y ha estado jugando tanto con Jorge Sampaoli como con Julen Lopetegui. Se trata de un futbolista que cuenta con grandes aptitudes -capacidad para encontrar el hueco, romper líneas en campo rival e incluso sorprender a las defensas rivales con sus inesperadas apariciones-, pero aún no ha terminado de explotar en su actual equipo.
Dmitrovic, indiscutible y goleador
Llegó procedente del Alcorcón, entonces en Segunda, y tuvo un papel destacado desde el principio. Nunca antes había competido en LaLiga Santander, pero se asentó muy pronto. Dejó de jugar durante algunas jornadas a finales de 2018 y volvió a ser titular cuando se recuperó de esos problemas físicos que lo apartaron del once titular. Destaca el hecho de que tiró un penalti contra el Atlético de Madrid -en el minuto 12 de partido- y falló otro unas semanas más tarde ante el Cádiz. No volvió a lanzar más.
Pese a terminar entre los tres últimos clasificados en 2021, recibió la llamada de un club con aspiraciones muy superiores. Sabía que iba a tener que pelear mucho con Yassine Bono, favorito para ocupar la portería. Sólo ha disputado una decena de encuentros en el torneo regular durante las dos campañas que lleva en el sur, aunque ha podido debutar en Champions, jugar también en la Europa League y ser el guardameta de la Copa del Rey. Está por ver qué ocurre tras el relevo que se ha producido en el banquillo.
Bryan Gil, la revelación
Otro que rindió de forma sobresaliente en Eibar fue el extremo de Barbate, quien estuvo cedido meses atrás en el Leganés, donde le costó mucho más entrar en dinámica porque llegó a principios de año. Entonces era mucho más desconocido que ahora y todavía no había debutado siquiera con la selección sub-21 -ahora está en la lista de la absoluta y llegó a tener minutos con Luis Enrique-. El estilo de juego que propone el recién llegado al Sánchez-Pizjuán potenció a Bryan Gil -y se espera que vuelva a hacerlo-.
Tan buena fue la temporada del internacional español que el Tottenham Hotspur decidió invertir 25 millones de euros (más Erik Lamela) para acometer su llegada, pero en la Premier League no ha encontrado su sitio. Tampoco dio el salto esperado en el Valencia, con José Luis Bordalás al frente, y es ahora en su casa donde parece que empieza a sentirse cómodo de nuevo. Se prevé difícil, aunque tiene tiempo aún, que pueda alcanzar los números del curso 2020/21 (cuatro goles y cuatro asistencias en 29 encuentros).