Pacheco, reencuentro morboso con el Almería como titular en el descendido Espanyol
Fernando Pacheco (31) tenía muchos pretendientes en verano después de que el Deportivo Alavés bajara a LaLiga Smartbank, pero no tomó la mejor de las decisiones. Recaló en el Almería, donde Fernando Martínez había sido fundamental en el ascenso a la élite. Se daba casi por hecho que iba a producirse el relevo en algún momento, pero el buen hacer del segundo impidió que el primero acumulara más de una participación (derrota por 2-1 frente al Villarreal) con la camiseta del conjunto andaluz.
Tenía en Vitoria toda la continuidad que un portero puede llegar a desear, pero después de cinco permanencias consecutivas habiendo tenido un papel fundamental, decidió cambiar de aires para mantenerse en Primera. No faltaban interesados, todos con un objetivo similar (la salvación), y finalmente optó por la entidad del Power Horse Stadium. No llegó a jugar siquiera en la Copa del Rey y volvió a ser suplente después de ser de la partida en La Cerámica.
A ultimísima hora del mercado invernal, el cuadro catalán se decantó por fichar a Pacheco para intentar poner algo de orden en la portería: Benjamin Lecomte no funcionó y Álvaro Fernández tampoco respondió a las expectativas pese a que mejoró el rendimiento del francés. Al fin, de cara a los meses más importantes de la temporada, aparecía una figura contrastada en la categoría que iba a ofrecer la deseada estabilidad, algo que se confirmó a partir del mes de febrero.
El pacense arrancó de la mejor forma posible (dos victorias consecutivas), pero todo se torció demasiado pronto -una racha de seis derrotas seguidas y ocho jornadas sin ganar-. Ha celebrado sólo cuatro triunfos en los 16 encuentros que ha jugado y no ha conseguido evitar un nuevo regreso a Segunda. Tiene la oportunidad de incorporar una quinta y última alegría, ya intrascendente, e incluso de tener un papel importante en el futuro de su antiguo equipo, que aún no ha certificado su objetivo.