Publicidad
Más

Paolo Guerrero y su histórico debut con Alianza Lima en triunfo por la Liga 1

Paolo Guerrero
Paolo Guerrero Photo by Aric Becker / AFP
El delantero de 40 años cumplió su sueño de jugar por el club que lo formó y del que es hincha: ingresó en el triunfo 1-0 ante Carlos A. Mannucci por el Torneo Clausura de la Liga 1 2024.

En la previa del partido, su rostro reflejaba felicidad. Miraba a las tribunas del estadio Alejandro Villanueva, conocido como Matute, ubicado en el corazón del distrito limeño de La Victoria, y no paraba de sonreír. En uno de los palcos de la tribuna occidente estaba su madre. Y en la tribuna popular sur, donde se instala el Comando Sur, la barra oficial, se alistaban todos para tener a Jefferson Farfán y Roberto Guizazola como invitados especiales. Era una noche de gala, pese a que se iba a jugar el encuentro por la fecha 10 del Torneo Clausura de la Liga 1 2024. Era la noche en la que Paolo Guerrero hizo su debut oficial con Alianza Lima, el club de sus amores, en el triunfo 1-0 ante Carlos Mannucci. 

Sobrino de José ‘Caíco’ Gonzales Ganoza -uno de los jugadores aliancistas que falleció en el trágico accidente del fokker en 1987- y hermano de Julio ‘Coyote’ Rivera, el fútbol viene de familia. Y la sangre blanquiazul corre por sus venas. Se hizo aliancista casi al mismo tiempo que empezaba a caminar, desde que se puso la camiseta para ser la mascota de la mano de su tío ‘Caíco’. Apenas era un bebé y Paolo ya pisaba los campos de fútbol (también fue mascota en la selección peruana de la mano de Juan Carlos Oblitas en 1985, cuando apenas tenía 13 meses).

“Desde que su tío le puso la camiseta de Alianza, él siempre quería ponérsela. Desde los 2 años ya era aliancista”, contó alguna vez Petronila Gonzales, o Doña Peta, madre y soporte del ‘9′. Creció en Chorrillos, pero siempre quiso ser un victoriano.

“Cantaba ‘Corazón, Alianza, corazón”, recordó Paolo. En 1991, con siete años, empezó su historia con el club de sus amores: se unió a la Sub 11, la categoría más baja de ese entonces. Tres años después, en el programa de Yola Polastri, Alberto Masías lo presentó junto a la categoría 84 de los íntimos. “Es el futuro crack del fútbol peruano”, vaticinó. El pequeño Guerrero tenía diez, pero su futuro parece haber estado escrito. 

Y lo repitió una y mil veces. Desde que se fue a Alemania para jugar por el Bayern Múnich, en 2002, cuando tenía 18 años. Paolo siempre soñó con retirarse en Alianza Lima. “Yo soy hincha de Alianza, eso no va a cambiar. Para mí sería una ilusión regresar después de tantos años”, reveló en mayo en el programa “Enfocados” de Jefferson Farfán, su gran amigo. Y el primer paso ya lo dio: hizo su debut. 

Ingresó a los 71 minutos en la victoria ante Carlos Mannucci. Hasta ese momento había vivido con mucha seriedad el partido de sus compañeros. Canillera en mano, masticando chicle, Paolo se sentó en el banco de suplentes junto a Ricardo Lagos y Jhamir D’Arrigo. Serio, concentrado, mirada fija en el partido. Las son

risas de los minutos previos al partido dieron paso a la concentración. 

A los 24 minutos del primer tiempo, Hernán Barcos marcó un golazo -¿sutileza o centro?- y Guerrero fue sobrio. Buscó la mirada del ‘Pirata’, sonrió y levantó el puño en señal de festejo. Ambos, de 40 años, son los líderes del vestuario. El argentino recibió a Paolo, vieron juntos el Perú-Colombia en el estadio Nacional el viernes pasado y se elogian cada vez que pueden. “Como dije antes que llegue, para nosotros es una alegría que esté acá. Lo vamos a disfrutar. Tenemos mucha experiencia acá, por no decir años”, comentó Barcos en zona mixta ante la sonrisa cómplice del peruano.

Las cuatro tribunas de Matute estallaron con su entrada. Era el regreso oficial del hijo pródigo. Aunque el contexto del partido no ayudó a que tuviera muchas oportunidades. Una barrida que la hinchada aplaudió, algunos movimientos y un cabezazo en su área para rechazar un centro. Tuvo, también, una chance que no pudo concretar. Inició un contragolpe que acabó en los pies de Catriel Cabellos (coincidieron en Racing en 2023). Paolo esperó una asistencia, pero el volante hizo la personal y la jugada terminó en un remate bloqueado. Después del partido, el ‘9′ le “reclamó” esa jugada. “Él es como ‘9′, define muy bien. En Racing nos quedábamos los dos haciendo trabajos de definición y lo hacía muy bien. Pero le dije que me la podía haber pasado, pero nada, todo bien”, señaló entre risas.

Paolo fue feliz en el inicio de su nueva historia. Y su madre, Doña Peta, se emocionó. Estuvo en uno de los palcos viendo a su hijo volver a vestir la camiseta de sus amores, la herencia de su hermano ‘Caíco’ Gonzales. “Hace 22 años que se fue y hoy volvió a su casa. Fue emocionante, tanto que no lo puedo explicar. Él está contentísimo”, declaró tras el encuentro.

 

Alianza, único líder del Torneo Clausura 

Alianza Lima ganó, pero no gustó. Al contrario, se llevó un susto. Luego de un primer tiempo impecable, demoledor, los íntimos bajaron las revoluciones en el segundo tiempo y pudieron haberse llevado una sorpresa nada grata. La deuda pendiente es afinar la toma de decisiones cerca al área rival. Generó mucho en el primer tiempo, pero solo concretó una vez.

Los primeros 45 minutos, los que vio Paolo en el banco de suplentes, fueron totalmente blanquiazules. Ocho disparos de Alianza (solo uno a portería) contra una del visitante. Una brecha totalmente larga que mostraba que el 1-0 no era justo. Pero increíblemente el segundo tiempo fue distinto. Mannucci cambió de chip, tomó valentía y se acercó al arco de Angelo Campos. Y Alianza parecía haber olvidado todo en el vestuario. Por eso Soso hizo cambios rápido, incluido el de Guerrero por un agotado Barcos.

El cuadro blanquiazul ahora visitará este miércoles 18 de septiembre a Atlético Grau en Piura. Y Mariano Soso buscará seguir dándole minutos a Guerrero para que tenga el ritmo físico al cien por ciento. Lo necesita para la recta final del campeonato.