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La madre de Rubiales, en huelga de hambre hasta que pare la “cacería sangrienta” contra él

David Alonso
La madre de Rubiales, en huelga de hambre hasta que pare la “cacería sangrienta” contra él
La madre de Rubiales, en huelga de hambre hasta que pare la “cacería sangrienta” contra élRFEF
El caso Rubiales se está enfangando cada día más y está adquiriendo tintes surrealistas. Después de llevar  a sus hijas a la Asamblea del viernes, lo cual fue interpretado por muchos como un recurso de malas artes al utilizar a unas menores como escudo protector particular, ahora su madre ha decidido ponerse en huelga de hambre para llamar la atención sobre la situación que vive su hijo. 

Ángeles Béjar se ha encerrado en la mañana del lunes en la iglesia de la Divina Pastora de Motril y se ha declarado en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a la "cacería, inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo, con algo que no se merece".El encierro voluntario de la mujer en la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril se hará "de manera indefinida, día y noche" hasta que se haga justicia con su hijo, según ha dicho a EFE la madre de Rubiales, que ha sido suspendido por la FIFA de su cargo como presidente de la RFEF a raíz de su burdo comportamiento en Australia tras la conquista del Mundial femenino por España

Rubiales se mostró arrogante durante la Asamblea del viernes.
Rubiales se mostró arrogante durante la Asamblea del viernes.AFP

Junto a la madre de Rubiales, también se ha quedado en la parroquia su hermana. Ángeles Béjar ha pedido a Jenni Hermoso que "diga la verdad" y "mantenga la versión que tuvo al principio de los hechos".

La madre considera que no "existe abuso sexual al existir consentimiento por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes ", y se pregunta "por qué se están ensañando con él y qué hay detrás de toda esta historia".

“Mi hijo es incapaz de hacerle daño a nadie. Como madre pido comprensión al mundo ya que esta situación le puede pasar a cualquier persona”, ha dicho la señora Béjar.