Megan Rapinoe (38) y Alex Morgan (34) participaron en su cuarto Mundial con el objetivo de conquistar el oro por tercera vez de forma consecutiva. Parecía más complicado que en cualquier otra ocasión y se dieron cuenta desde la propia fase de grupos. Portugal pudo eliminar a Estados Unidos en el tramo final del último encuentro, pero la madera evitó que las lusas hicieran historia. Un aviso claro y rotundo. 

Suecia era un rival de enjundia y casi que se interpretaba la cita como una final anticipada. Ambas están en el podio del ranking de la FIFA, con Alemania entre una y otra, por lo que era el partido más atractivo de los octavos de final. Salvo goleada, ningún resultado iba a ser una sorpresa. Todo se decidió en la tanda de penaltis a favor de las escandinavas, en parte por el fallido lanzamiento de Rapinoe.

Ambas debutaron en el torneo más importante a nivel de selecciones allá por 2011: la última se había perdido la edición de 2007 por lesión y llegó hasta la final en la siguiente, cuando celebró una diana en seis participaciones. Su compañera se estrenó con dos tantos en cinco encuentros. Entonces no tenía la relevancia que ha alcanzado, gracias a sus éxitos individuales y colectivos, con el paso del tiempo.

La ariete del San Diego Wave marcó una vez en 2015 y brilló en 2019 con hasta seis tantos. La californiana, por su parte, sumó dos y otra media docena respectivamente. A nivel de clubes, ambas tienen en común que pasaron por el Olympique de Lyon francés, si bien lo hicieron de forma testimonial en comparación con sus experiencias en la National Women's Soccer League.