Antaño el futbolista británico más caro, cuando fichó por el Liverpool en 2011, Carroll marcó 54 goles en la Premier League ganando muchos millones al año, pero ahora gana unos 3.500 euros al mes en su nuevo club, el Girondins de Burdeos.
"Para ser sincero, me cuesta dinero ir a jugar al Girondins", declaró Carroll a RMC Sport. "Simplemente estoy contento de jugar al fútbol. Quiero formar parte de la historia del club. No se trata de dinero. En mi carrera, nunca se ha tratado de dinero", ha explicado.
"Al fin y al cabo, no importa a qué nivel juegues... Espero de verdad que podamos alcanzar nuestros objetivos esta temporada".
A sus 35 años, Carroll, que empezó su carrera en el Newcastle United antes de fichar por el Liverpool, pasó la temporada pasada en el Amiens, de la Segunda división francesa.
El Girondins de Burdeos, antes un habitual de la Liga de Campeones, ha atravesado tiempos difíciles, con problemas financieros que le llevaron a declararse en quiebra, lo que le obligó a renunciar a su licencia profesional y a empezar de cero en la National 2, de cuarta categoría.
Pero eso no ha impedido a Carroll fichar por el antiguo campeón de la Ligue 1. El delantero lo describe como un "gran proyecto" en su intento por escalar posiciones en la pirámide del fútbol francés.
"Por desgracia, el club ha bajado varias divisiones, pero es un gran club y vamos a intentar devolverlo al lugar que le corresponde", declaró.
Carroll tuvo un debut para el recuerdo el pasado fin de semana, cuando marcó un doblete en la remontada del Burdeos (2-0) para empatar 2-2 en casa contra el Voltigeurs de Chateaubriant.
"Francamente, fue fantástico, la afición estuvo maravillosa. Perdíamos 2-0 en la primera parte y ellos nos empujaron", declaró Carroll.
"Me encantó marcar esos dos goles, sobre todo por los aficionados que estaban allí. Fue una sensación fantástica".