Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad

Las diferentes trayectorias de Mikel Arteta y Jürgen Klopp

Ali Pollock
Mikel Arteta y Jürgen Klopp vuelven a verse las caras el domingo por la tarde
Mikel Arteta y Jürgen Klopp vuelven a verse las caras el domingo por la tardeProfimedia
Arsenal y Liverpool se enfrentan este domingo en la Premier League con ambos equipos en situaciones casi inimaginablemente diferentes en comparación con años anteriores.

Los Gunners lideran la Premier League con ocho puntos de ventaja sobre el segundo, el Manchester City, mientras que el Liverpool apenas se acerca a los puestos europeos, sólo entre los ocho primeros por diferencia de goles.

La situación es muy distinta a la del año pasado, cuando Jürgen Klopp perseguía un póker histórico con los Reds y Mikel Arteta estaba sometido a una enorme presión por su fracaso en el Emirates.

Muchos habrían apostado también por que el Liverpool se impusiera cómodamente al Arsenal cuando ambos equipos se enfrentaron, mientras que ahora todo lo que no sea una victoria de este último parece poco realista.

Ambos entrenadores han seguido trayectorias completamente diferentes en el último año, con Klopp en espiral descendente mientras Arteta ha ascendido directamente a la cima.

A continuación, Flashscore analiza el impacto de la gestión de ambos entrenadores en sus respectivos equipos a lo largo de la temporada.

La caída de Klopp

Durante sus siete años y medio en el Liverpool, Klopp rara vez ha estado en peligro de perder su puesto.

Sin embargo, en la presente campaña se ha producido un enorme bajón en el rendimiento de los Reds en todo el campo, con muy pocos jugadores siquiera cerca de su mejor forma.

Aunque su puesto no está directamente amenazado y tiene mucho crédito en el banco por sus éxitos pasados en Anfield, Klopp está sometido a una presión creciente cada semana para que empiece a rendir y termine la temporada con una nota positiva.

En años anteriores, en el peor de los casos, el Liverpool tuvo que luchar por los puestos de Liga de Campeones, pero ahora parece que podría perderse por completo una plaza europea.

A diferencia de muchos de los equipos de élite, los Reds no han logrado reinventarse y ahora son predecibles y a menudo fáciles de jugar en contra.

Klopp tiene que encontrar la manera de cambiar su estilo cuanto antes para evitar que una temporada ya de por sí pobre acabe en desastre total.

El principal problema del Liverpool es su centro del campo, tanto por la falta de inversión como por las persistentes lesiones, que no permiten formar asociaciones sólidas.

La falta de incorporaciones en el centro del campo no debería ocultar que se ha gastado mucho -Darwin Núñez y Cody Gakpo llegaron por mucho dinero para reforzar la delantera-, pero Klopp se ha quedado claramente corto en lo que respecta al centro del campo.

También ha habido señales sutiles por parte del entrenador de que está perdiendo la fe en sus jugadores.

Por ejemplo, haciendo cambios radicales (dejando fuera a jugadores como Trent Alexander-Arnold, Mohamed Salah y Andrew Robertson) tras la derrota por 4-1 ante el City, pero de nuevo con una actuación mediocre en el empate a 0-0 contra el Chelsea apenas unos días después.

Aunque el tiempo está del lado de Klopp, la caída del equipo en el último año ha sido alarmante y el daño ya está hecho, salvo un empujón tardío hacia los cuatro primeros puestos, pero la inconsistencia en sus actuaciones y resultados podría impedirles lograrlo.

Cada vez que los Reds consiguen un buen resultado, como el 7-0 contra el Manchester United, vuelven a caer con otra actuación inaceptable, como la derrota por 1-0 en Bournemouth.

Parecen atrapados en un círculo vicioso del que Klopp necesita desesperadamente salir si quiere evitar que se le planteen algunas preguntas serias.

El ascenso de Arteta

En marcado contraste con Klopp, Arteta se ha levantado de lo que parecía una posición insalvable para convertirse en uno de los mejores entrenadores de la Premier.

Incluso antes de un decepcionante quinto puesto la temporada pasada, los Gunners tuvieron que conformarse con la octava plaza dos veces seguidas.

Sin embargo, la directiva mantuvo la fe en Arteta, y ha merecido la pena más de lo que muchos hubieran creído.

Unas contrataciones sensatas y estratégicas, así como una importante evolución en el estilo de juego de los Gunners, les han llevado a convertirse en uno de los mejores equipos de la liga y les han abierto una enorme oportunidad de conquistar su primer título de la máxima categoría en 20 años.

Las incorporaciones de jugadores como Oleksandr Zinchenko, Gabriel Jesus y Leandro Trossard, junto con el desarrollo de William Saliba, Ben White, Gabriel Martinelli y Bukayo Saka, han convertido al Arsenal en una fuerza a tener en cuenta, y Arteta ha desempeñado un papel fundamental.

El técnico ha ayudado a estos jugadores a progresar y a convertirse en algunos de los mejores de la liga, al tiempo que ha integrado a las nuevas incorporaciones a la plantilla y les ha permitido tener un impacto positivo.

Tras disponer de más tiempo del que se suele conceder a un entrenador moderno, ha moldeado a su equipo para que tenga una identidad y un estilo de juego claros.

La mayoría podría nombrar la alineación titular antes incluso de que se anuncie, pero muy pocos equipos han sido capaces de interponerse en el camino de los Gunners (al igual que el Liverpool cuando competían en la parte alta de la tabla) en su camino hacia un cuarto título de la Premier League.

No sólo eso, sino que jugadores hasta ahora sospechosos como Gabriel Magalhaes, Granit Xhaka y Eddie Nketiah han logrado cambiar su suerte y realizar valiosas aportaciones a lo largo de la temporada.

Arteta ha llevado a cabo una completa reconstrucción en el Emirates, y por fin está recogiendo los frutos y devolviendo la confianza que le han depositado tanto los propietarios como los aficionados.

Su gestión y dirección han contribuido en gran medida al sorprendente éxito del Arsenal, y una victoria contra el Liverpool el domingo sería una declaración de intenciones en su camino de regreso a la cima de la Premier League.