El Leicester rescató un gran empate contra el Tottenham en su regreso a la Premier League después de un año en Championship. El gran protagonista de la noche fue el delantero Jamie Vardy (37), que marcó el 1-1 a los 57 minutos de partido y al ser sustituido en el 79' sacó su orgullo a relucir recordando algo importante a los aficionados de los Spurs.
Y es que la hinchada visitante castigó un fallo claro del internacional inglés frente a su grada, a lo que este respondió señalándose el parche de la liga y remarcando que él y los Foxes tienen un título (el conseguido en 2016 a las órdenes de Claudio Ranieri) mientras que ellos no cuentan con ninguno en sus vitrinas.
El gesto no gustó nada al Cuti Romero, defensa argentino de la escuadra londinense, que le recriminó su actitud con alguna que otra palabra subida de tono. Lejos de callarse, Vardy le mando al mismo sitio y se retiró del terreno de juego ovacionado por su gente.
Su propio estilo
El espíritu indomable del héroe de 2016, que todavía sigue marcando para el Leicester ocho años después, le hizo protagonizar otro curioso momento. Tras el descanso, el '9' saltó al campo con una lata de bebida energética en la mano y se la bebió de un sólo trago. Seguro que no es algo muy recomendable, pero Jamie siempre ha tenido su propia forma de hacer las cosas.