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El descendido Betis conquista la Copa del Rey de fútbol sala vía penaltis

Daniel Núñez
El Betis se adjudica la Copa del Rey.
El Betis se adjudica la Copa del Rey.Profimedia
Los verdiblancos, que actuaban en 'casa' al disputarse la final a cuatro en el Palacio de los Deportes de Sevilla, cambian las lágrimas de tristeza por las de felicidad gracias a este histórico y memorable éxito.

El Real Betis, que ha descendido a la categoría de plata del fútbol sala nacional, y el Jimbee Cartagena, quinto en la tabla y candidato al trono en Liga, se ganaron el derecho a competir este domingo tras sus respectivas victorias del sábado: los primeros dejaron por el camino a Servigroup Peñíscola (3-2) y su rival hizo lo propio con Jaén Paraíso Interior en un desenlace agónico (1-2). Todo o nada en un duelo a 40 minutos.

El respeto y el miedo a perder se diluyeron con el paso del tiempo. Poco a poco, el equipo que actuaba como visitante (en la teoría y en la práctica) fue ganando terreno. Y en una jugada muy desafortunada para los andaluces, en la cual hubo varios rebotes, Juan Bosco Molina introdujo el balón en su portería. Luego, Gabriel Motta amplió distancias con un potente disparo -el bloqueo de Tomaz Braga a un defensa hizo que tuviera el carril libre-.

Pero a este Betis, aparentemente recuperado en el apartado anímico, hay que matarlo más de una vez y aún quedaba demasiado partido. El marcador estaba lejos de ser definitivo y Manuel Piqueras recortó distancias, desde los seis metros, en la primera mitad. Entretanto, los de Duda alternaban la figura del portero-jugador, una baza que fue clave para tumbar a los jiennenses horas antes y que ganó peso a posteriori.

Puro frenesí

Lucas Vinicius de Santana, más conocido como Lucão, tuvo una situación ideal para anotar el tercero en los compases iniciales del segundo acto. El acierto que le faltó al brasileño fue inversamente proporcional al de Piqueras, que dio forma a su particular doblete gracias a un fantástico remate en una acción a balón parado. La guinda llegó después, en el 29', por medio de Jorge Carrasco, cuyo espectacular taconazo valía por momentos una Copa del Rey.

La inercia del resultado obligaba a Cartagena a dar un paso adelante: tras varias amenazas, Darío Gil firmó el empate desde la esquina cuando los suyos habían instalado el comodín del juego de cinco. Y entre el travesaño y las apariciones de Molina, los hispalenses resistieron para forzar la prórroga y los penaltis. La estelar parada de un inédito Raúl Sánchez (a tiro de Walter Fernandes Waltinho) sentenció la cita a favor del plantel local.

Más detalles del choque, en Flashscore.