Fueron los venezolanos quienes, después de un igualado encuentro, abrieron el marcador por medio de su portero, Villalobos, casi al cuarto de hora de la primera parte. Su balón en largo superó a Jesús Herrero en una desafortunada acción. El banquillo español reclamó el soporte de vídeo, pero los árbitros se mantuvieron en su decisión.
España buscó con ahínco el empate y a punto estuvo de conseguirlo en una oportunidad de Mellado, pero su disparo lo detuvo el meta rival. Con ese 0-1 llegó el descanso.
Tras la reanudación y el reseteo, especialmente, mental, apenas tardó cuatro minutos en conseguir la igualdad gracias un gol de Raúl Gómez tras una buena acción individual de Cortés. El 1-1 fue el germen de los mejores minutos de La Roja, de algunas buenas opciones de materializar el tanto de la victoria... La mejor la tuvo el propio Gómez, quien echó la pelota arriba a puerta vacía.
Fue un error imperdonable. Porque a minuto y medio para el final, quien sí acertó a meter el balón en la portería española fue el venezolano Carlos Sanz con un potente disparo lejano que sorprendió al portero español.
No hubo tiempo para la reacción y la eliminación en Uzbekistán, en octavos de final, fue un doloroso hecho para los españoles y un subidón impresionante para los vinotinto.