No es fácil entender lo que está ocurriendo en el Nápoles. El silencio del club ciertamente no ayuda. Pero es posible que no se mantenga por mucho tiempo. Probablemente, después de haber publicado en sus redes sociales dos posts absurdos, el club partenopeo, que el próximo martes recibe al Real Madrid en Champions, esté deliberando sobre las medidas a tomar.
Nos referimos, claro está, al caso Osimhen que, en menos de 24 horas, ha desviado la atención sobre el delantero centro nigeriano del Nápoles. El debate sobre el futuro de Rudi García ha pasado (al menos momentáneamente) a un segundo plano.
Recapitulemos. En un arrebato de locura, los azzurri publicaron dos vídeos en su perfil de TikTok sobre el mejor jugador y máximo goleador de la última campaña de la Serie A.
Y si en el primero se ironizaba sobre el penalti fallado en Bolonia, en el segundo se comparaba a Osi con un coco. Y es precisamente en este segundo punto donde la intervención del Nápoles tendrá que ser perentoria, porque de la estupidez al racismo, a menudo la distancia es corta.
No pocos, de hecho, han recordado las palabras de De Laurentiis (que también está siendo investigado por presuntas irregularidades en su contratación) cuando, durante uno de sus habituales ataques de omnipotencia, aseguró que no permitiría a sus jugadores participar en la Copa de África
Al término del partido contra el Bolonia, el delantero nigeriano se había disculpado ante sus compañeros por la reacción que había tenido en el momento de la sustitución decidida por Rudi a quien había transmitido su mensaje, con gestos evidentes, de que sería conveniente intentar ganar el partido jugando los últimos minutos con dos delanteros.
De poco sirvió que el administrador (o quien fuera) del club campano se diera cuenta inmediatamente de que había cometido un gravísimo error, borrando los dos vídeos que, sin embargo, ya se habían hecho virales. Ofensivamente virales. Tanto, que el afectado borró toda referencia al Nápoles de su perfil de Instagram.
De forma más o menos consciente, se burló (en el mejor de los casos) del principal artífice sobre el césped del tercer Scudetto de la historia del club azzurro. Como era de esperar, la respuesta del agente del nigeriano, Roberto Calenda, no se hizo esperar.
"Lo que ha ocurrido hoy en el perfil oficial del Nápoles en la plataforma TikTok no es aceptable. Primero se hizo pública una película burlándose de Víctor y luego, con retraso, se borró. Un hecho grave que crea un gravísimo daño al jugador y se suma al trato que está sufriendo el chico en el último periodo entre juicios mediáticos y fake news. Nos reservamos el derecho de emprender acciones legales y cualquier iniciativa útil para proteger a Victor Osimhen".
Y si Osimhen aún no se ha pronunciado (limitándose, como decíamos, a mostrar su oposición a lo sucedido borrando al Nápoles de sus redes sociales), su entorno se ha encargado de disparar contra el comportamiento del club.
'Lo digo como periodista, no hablo por él, sólo digo lo que es inevitable. Osimhen se irá lo antes posible, ningún equipo se burla de su mejor jugador. Sin embargo, no creo que estemos hablando de racismo y no creo que el Nápoles lo esté haciendo, pero es una vergüenza, es inaceptable, una gran falta de respeto, es ridículo y es un craso error. Estamos hablando del mejor delantero de Italia, candidato al Balón de Oro y mejor jugador de la Serie A", aseguró el periodista amigo Oma Akatugba.
Llegados a este punto, tras un verano en el que ha rechazado todas las ofertas que han llegado por él, el presidente De Laurentiis está llamado no sólo a normalizar la situación deportiva, sino también a resolver la peor crisis que ha tenido que afrontar el Nápoles desde que él está al frente.
Desde luego, es demasiado pronto para asegurar -como hizo Akatugba antes de borrar, también, el tuit- que Osimhen se marchará pronto. Pero lo que es seguro es que si las explicaciones que se le han dado no le convencen de la buena fe del club, es poco probable que De Laurentiis le mantenga en el Maradona por mucho tiempo.
Y esta vez no habrá contrato, porque el futbolista tiene la sartén por el mango después de todo lo ocurrido.
Furioso
Mientras tanto, Osi, entró sin saludar a sus compañeros esta mañana en el hotel de Pozzuoli en el que está concentrado el Nápoles.
El enfado del delantero también quedó patente en su forma de andar: Osimhen, con los auriculares pegados a las orejas, salió del coche, saludó a Giuseppe Santoro, director deportivo del Nápoles, pero luego pasó por delante de Demme, que estaba sentado en las escaleras con Zielinski y le había tendido la mano para saludarle. El nigeriano, sin embargo, no se la estrechó y continuó su camino.
Osimhen debería saltar al césped con normalidad esta noche en el Maradona contra el Udinese. La última palabra, sin embargo, la tiene el entrenador García.