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La Juve sonríe de nuevo tras un gol en propia de Gila que amarga a la Lazio (1-0)

La desesperación de Gila
La desesperación de GilaMARCO BERTORELLO/AFP
Victoria por la mínima de los hombres de Thiago Motta, que derribaron la resistencia de los biancocelesti a sólo cinco minutos del final.

Tras el empate en casa contra el Cagliari, la Juventus recuperó los tres puntos contra la Lazio, derrotado con dificultades pese a una hora en superioridad numérica. El 1-0 relanzó a los Bianconeri, ahora momentáneamente en cabeza junto al Nápoles con 16 puntos. Los romanos, tras su tercera derrota, se han frenado en 13.

Un hombre de más no aprovechado

Sin Teun Koopmeiners, Arkadiusz Milik, Nico González ni Francisco Conceicao, la Juventus tardó en encontrar espacios ante una Lazio bien posicionado y siempre dispuesto a romper con calidad.

El primer punto de inflexión del partido llegó en el minuto 24, cuando Alessio Romagnoli fue expulsado (tras una intervención del VAR) por detener a un imparable Pierre Kalulu.

Los bianconeri, sin embargo, no aprovecharon ni el lanzamiento de falta desde la frontal ni la superioridad numérica: comenzó una posesión de balón larga y estéril, porque los biancocelesti, con un nuevo ajuste (Patric por Boulaye Dia), defendían bajo y concedían muy poco.

Tanto es así que, a pesar de la supremacía territorial al final de la primera parte, el recuento de tiros a puerta del equipo de Thiago Motta era cero.

El regalo de Gila

Tras los dos primeros cambios de la tarde (Timothy Weah y Nicolò Fagioli entraron por Nicolò Savona y Manuel Locatelli, ambos amonestados), los piamonteses dispusieron de una ocasión con dos acciones a bocajarro, primero un centro de Dusan Vlahovic y luego un cabezazo de Douglas Luiz. Pero el resultado seguía en el aire.

En su lugar, la Lazio cambió a tres, todos delanteros: entraron Pedro, Gaetano Castrovilli y Matías Vecino. Pero los visitantes siguieron luchando por salir, permaneciendo embotellados en su propio campo.

Pero las únicas ocasiones llegan desde fuera con Dusan Vlahovic y Nicolò Fagioli, y en ambas Ivan Provedel vigila bien.

Sin conseguirlo por sus propios medios, los locales aprovecharon un regalo de los invitados: centro de Juan Cabal desde la izquierda y toque de Mario Gila que acabó en su propia portería: era el 1-0 en el minuto 85.

La Lazio, con un gol y un hombre menos, lo intentó con todas sus fuerzas, pero esta vez no hubo contratiempo final para los anfitriones, que brindaron por su éxito y por una nueva portería a cero.