La marcha de Hojlund confirma la fuga de grandes delanteros de Italia
Era una marcha anunciada, pero el día del reconocimiento médico de Rasmus Hojlund con el United, un pedacito de ambición se desprendió del fútbol italiano. Un magnífico delantero centro, cuya gran zancada hizo soñar a Bérgamo, pero también a Italia, se fue directamente a por los millones y el prestigio de la Premier. La confirmación de que la Serie A es ahora una liga de paso.
Hoy, de hecho, ya no son varios Batistuta, Ronaldo, Vieri, Shevchenko, Crespo, Trezeguet, Ibrahimovic, Cristiano Ronaldo, Cavani o Higuaín los que compiten por el cetro de máximo goleador. El año pasado, Victor Osimhen, que además se perdió varios partidos por lesión, se impuso con autoridad, lo que demuestra la escasa competencia que existe actualmente en la élite.
Los veteranos
El nigeriano, junto con el jugador del Inter Lautaro Martínez, parece ser el único perfil de delantero de enjundia que queda actualmente en la Serie A. No en vano, ambos son el primero y el segundo goleadores del año pasado, el primero en el que Ciro Immobile dio muestras de flaqueza física, dados sus 33 años de edad. Tentados tanto por los árabes como por otras sirenas, Osimhen y Lautaro han dejado claro que están vinculados al Nápoles y al Inter respectivamente, al menos a corto plazo.
Mientras que el argentino es ahora capitán nerazzurro e incluso podría haber echado raíces en San Siro, para el africano el escenario actual es diferente, ya que su contrato con el club azzurro expira en 2025. Su situación no parece muy inestable este verano, a pesar de la renovación que aún no ha sido sancionada con el presidente De Laurentiis, y su marcha dentro de unos doce meses podría ser una realidad.
Por ahora, sin embargo, los dos parecen ser los únicos delanteros de verdadera categoría con un futuro cierto en la Serie A. El AC Milan tiene en nómina a Giroud y a la apuesta Okafor, que no es delantero centro, mientras que Dusan Vlahovic se ha visto mermado por el juego de Massimiliano Allegri y podría ser cambiado por un Romelu Lukaku que, además de tener 30 años, ya no es aquel toro devastador de hace dos años.
Esperanza Touré
Quien podría representar una luz es El Bilal Touré, maliense nacido en 2001 que llegó al Atalanta procedente del Almería tras un desembolso cercano a los 30 millones, convirtiéndose en la compra más cara de la historia del club de Bérgamo. De 1,90 de estatura y fuerte físicamente, el africano viene de marcar siete goles en 21 partidos en España, donde demostró grandes dotes técnicas y atléticas.
¿Podría ser no sólo el sustituto de Hojlund, sino también la posible esperanza de futuro de una Serie A que cada vez se parece más a un centro de apuestas que a un torneo de confirmación? El Atalanta ha demostrado últimamente que sabe moverse bien entre estos perfiles, acumulando aciertos como el del delantero danés que acaba de marcharse al Manchester United. La proverbial capacidad para otear talentos en potencia también podría ser beneficiosa para el propio fútbol italiano.