Antes de los compromisos de la selección española ante Dinamarca y Serbia en la Nations League, Álex Baena rememora todo lo que le ha sucedido recientemente como internacional en una entrevista con los medios de la RFEF. “Lo primero que hice al llegar a Castellón fue tatuarme la Eurocopa y los aros de París. Tengo 20 o 25, no serán los últimos porque espero tatuarme más cosas con España".
Baena se define como una persona muy familiar y agradece a su madre y a sus hermanos el apoyo que siempre le han dado. "Siempre lo digo, sin mi madre y sin mis hermanos no estaría donde estoy hoy y no hubiese conseguido lo que he conseguido. Somos cinco hermanos, pero que se te vaya un hijo a los diez años es muy duro. Ella ha sido la que en muchos momentos de bajón me ha dado fuerza, no me ha dejado bajar los brazos, lo debe todo".
Y destaca que todos los trofeos están custodiados por su entorno. "Todo lo que consigo lo guarda la familia, son los que me acompañan a todos los momentos buenos que tengo. Y, como son los que también me acompañan en los momentos más duros, son los que se merecen lo que estamos viviendo. Guardan todo lo de valor sentimental".
La selección, una familia
La clave del éxito en la Eurocopa, el almeriense considera que ha sido el buen ambiente en el vestuario. “Una de las claves del éxito de Alemania fue el grupo, no hubo un mal rollo en los 45 días que estuvimos juntos. Todo eran risas, buenos momentos, nos ayudábamos… La palabra que nos define es familia”.