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La chaqueta verde ya es suya: Jon Rahm, campeón del Masters de Augusta

César Suárez
La chaqueta verde ya es suya: Jon Rahm, campeón del Masters de Augusta
La chaqueta verde ya es suya: Jon Rahm, campeón del Masters de AugustaGetty Images via AFP
Jon Rahm (28) ya viste con orgullo la chaqueta verde que distingue a los vencedores del Masters de Augusta. En un último recorrido majestuoso, el español firmó golpes de genio para acumular hasta cinco golpes de ventaja sobre Koepka, el líder hasta el último día y que sucumbió a la presión. Rahm se agrandó y dio lo mejor de sí para cumplir su sueño.

Severiano Ballesteros, el más grande golfista español de la historia, nació un 9 de abril. Aún en ese día en Estados Unidos, ya 10 en España, Jon Rahm se ha convertido en digno sucesor del cántabro, siguiendo los pasos de José María Olazabal y de Sergio García, quien también venció en esa fecha. Menudo póker de estrellas, de vencedores -Seve y Chema en dos ocasiones- del Masters de Augusta. 

El de Barrika lo ha hecho a lo grande, de menos a más, con una remontada temible para sus rivales, ofreciendo golpes inimaginables para otros, sumando birdie tras birdie para llegar a los últimos cuatro hoyos con -12 bajo el par del campo, cinco de diferencia con respecto a Koepka, que jugaba, intimidado, junto a él, y a Mickelson, que ya descansaba en la casa club. 

Una remontada histórica

Al comenzar la tercera jornada, el sábado, antes de la suspensión, Koepka le aventajaba en cuatro golpes. El domingo por la mañana finalizaron esa tercera ronda y Rahm ya había recortado dos. Y a partir de ahí, la apoteosis. Mientras el de Florida se abonaba a los bogeys, el vasco lo hacía a los birdies. En cuatro hoyos ya estaban igualados. En el ocho ya llevaba dos de ventaja. En el 14, cinco.

Con todo ya perdido, el estadounidense se quitó presión y encadenó dos birdies consecutivos en el 15 y en el 16 para ponerse con -9 por los -12 del español. 

A pesar de ese esprint de su rival, Rahm ni se inmutó. Sabía que no tenía que arriesgar, cumpliendo con el par lo tenía hecho. Incluso se podía permitir algún resbalón con esos tres golpes y dos hoyos por jugar. Pero quien lo sufrió fue Koepka, que hizo un bogey en el penúltimo.

Antes de afrontar el definitivo hoyo 18, de nuevo con cuatro de ventaja, ya se sabía campeón. Se le veía en su cara, se permitió la única sonrisa hasta el momento del día. Y por eso erró en el tee. Lo arregló, cómo no, para demostrar por qué es un digno campeón de Augusta. 

40 años del reinado de Ballesteros

Cuatro décadas después del último triunfo de su ídolo, Seve Ballesteros, en Augusta, Jon Rahm se ha puesto esa chaqueta verde que un día soñó con vestir. "Me gustaría pensar que está ahí arriba observándome y tirando de mí", dijo antes de arrancar la última ronda. Pues sí que tiró Seve de él, sí que lo hizo.

Además del orgullo por ganar, ha recuperado el número 1 del mundo y se ha llevado un cheque de 2,97 millones de euros. Por no hablar de que se ha convertido en el único europeo en ganar el US Open y el Masters de Augusta.