El golfista americano sufrió un grave accidente de coche en 2021 y aunque ha conseguido recuperarse lo suficiente para volver a jugar a nivel profesional, aún tiene secuelas que le impiden llegar a luchar por los grandes títulos o incluso disputar varios torneos seguidos.
De ahí que agradezca el simple hecho de volver a Augusta y saltar al campo. "No puedo competir como podía hacer anteriormente, pero seguir compartiendo momentos y jugar es fantástico", ha explicado para añadir a continuación que "jugar aquí es especial. Me pasaron muchas cosas aquí y estoy feliz por poder jugar".
Puede que sea la última vez que Woods lo haga, lo que lo hace, si cabe, aún más especial. "No sé cuántos Masters me quedan, sólo aprecio los momentos", ha expresado. Y entre esos instantes, los que pasa con su hijo. "No juego muchos torneos, pero la alegría es distinta, paso más tiempo con mi hijo, creamos recuerdos juntos, compartimos momentos que yo viví anteriormente con mi padre. Es increíble el vínculo que se crea gracias a este deporte".
Su estado de forma
A pesar de todos los problemas físicos que sufre y de que su nivel ya no es el de un top, Woods asegura llegar bien. "Mi juego es mejor que el año pasado en este momento. Mi resistencia es mejor, pero me duele un poco más que al año pasado. Eso es porque hasta ese momento no había apretado tanto. Jugué en febrero en Los Ángeles y ahora me tomé un tiempo. Puedo golpear mucho, el problema para mí es caminar hacia adelante", ha desvelado.
Habrá que ver hasta dónde llegar Tiger en este nuevo Masters que para él comenzará este jueves a las 16.18 horas junto a Xander Shauffele y a Viktor Hovland,