El número tres del mundo terminó segundo en el Open Británico, mientras que otros cuatro europeos -Sepp Straka, Rory McIlroy, Tommy Fleetwood y Matthew Jordan - también terminaron entre los 10 primeros.
Rahm ha jugado en dos Ryder Cup anteriores, ayudando a los anfitriones a cosechar el triunfo en Francia en 2018 antes de que Estados Unidos se vengara con una enfática victoria por 19-9 hace dos años.
Ballesteros, fallecido en 2011, está considerado como uno de los grandes de la Ryder Cup de todos los tiempos.
El cinco veces ganador de Majors formó parte de cuatro equipos europeos ganadores como jugador y uno como capitán en 1997.
"Si quieren que sea un modelo a seguir en el equipo o un líder, lo seré", dijo Rahm.
"No soy el más expresivo. Soy bastante introvertido, pero haré lo que pueda. Intentaré canalizar mi Seve interior y hacer lo que pueda".
Con Rahm y McIlroy, Europa puede contar con dos de los tres mejores del mundo, pero los estadounidenses presumen de una mayor fuerza en profundidad basada en la clasificación.
Sin embargo, el campeón del Masters confía en que Europa pueda volver a demostrar que es un colectivo superior para recuperar el trofeo.
"Son partidos de 18 hoyos. Se trata de dar la cara ese día. Por eso creo que Europa ha hecho un trabajo realmente bueno en el pasado", añadió Rahm.
"Siempre oímos hablar de los elogios que tiene el equipo americano, y todavía los tiene, y sobre el papel deberían ser mejores, pero todo depende de lo que hagas contra el hombre que tienes delante ese día".
La Ryder Cup de este año se celebra en Roma del 29 de septiembre al 1 de octubre.