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DeChambeau gana su segundo Abierto de EEUU y alarga la maldición de McIlroy

AFP
DeChambeau celebra su victoria
DeChambeau celebra su victoriaAFP
El estadounidense Bryson DeChambeau conquistó este domingo su segundo Abierto de Estados Unidos de golf al salir airoso de un taquicárdico duelo final con Rory McIlroy en Pinehurst (Carolina del Norte).

El norirlandés, que había comenzado la última ronda tres golpes por detrás de DeChambeau, remontó hasta la cima pero los nervios lo traicionaron en una dramática recta final en la que cometió tres bogeys en los últimos cuatro hoyos.

McIlroy falló un putt de 0,7 metros en el hoyo 16 que lo descabalgaba del liderato y, con ambos jugadores empatados, erró otro golpe asequible en el hoyo final que permitió que a DeChambeau le alcanzara con hacer par para asegurar el triunfo.

Observando desde la pantalla, un resignado McIlroy vio como DeChambeau enviaba primero la pelota al búnker pero se rehacía después conectando un formidable golpe de aproximación de 50 metros en medio del júbilo de los aficionados estadounidenses.

A McIlroy, que se había metido en la pelea con una racha de cuatro birdies en cinco hoyos, se le escapó de la forma más dolorosa el quinto título de Grand Slam, que persigue desde hace una década.

El exnúmero uno mundial, campeón del US Open en 2011, no agranda su vitrina de 'Majors' desde que en 2014, con 25 años, se ganó comparaciones con Tiger Woods haciéndose con el Campeonato de la PGA y el Abierto Británico

Segundo 'Major' del LIV Golf 

Subcampeón el mes pasado en el Campeonato de la PGA, DeChambeau finalizó en primer lugar con un acumulado de 274 golpes (seis bajo par), uno por delante de McIlroy y dos de los estadounidenses Patrick Cantlay y Tony Finau.

El californiano, miembro del circuito saudita LIV Golf, sólo contaba hasta ahora con un título de Grand Slam en su palmarés, el US Open de 2020, que se disputó sin público por la pandemia de covid-19.

Este domingo, en cambio, el estadounidense contó con el apasionado apoyo de los aficionados para lograr un triunfo que le dedicó a su fallecido padre.

"Hoy es el Día del Padre y quiero felicitarlos a todos. Desafortunadamente mi padre murió hace dos años. Esta victoria es para él", afirmó un emocionado DeChambeau con el trofeo en las manos.

"Quiero que todos ustedes, de alguna manera, toquen este trofeo para que experimenten lo que yo siento. Ustedes han sido parte de este viaje esta semana, y quiero que sean parte de él", dijo el golfista al público.

Dos años atrás, DeChambeau fue una de las primeras figuras que atrajo LIV Golf seducidas por sus gigantescos premios y contratos garantizados y un calendario de eventos más liviano.

El estadounidense se convirtió el domingo en el segundo miembro en activo del circuito saudita en ganar un trofeo 'Major', después de Brooks Koepka en el Campeonato de la PGA del año pasado.

Junto al título, DeChambeau también se embolsó un cheque récord de 4,3 millones de dólares.

Cara de García, cruz de Scheffler 

Antes de la batalla final por el trofeo, el veterano golfista español Sergio García cerró de gran manera su vigesimoquinta participación seguida en el US Open.

García, cuyo mejor resultado en el evento es un tercer lugar en 2005, finalizó en el duodécimo lugar con un acumulado de 281 golpes (+1).

En cambio, el estadounidense Scottie Scheffler, se despidió con una última ronda de 72 golpes (+2), la cuarta que completó por encima del par en Pinehurst.

El número uno mundial, que terminó en el 41º lugar con +8, ha sido la gran decepción del US Open, al que acudía como destacado favorito tras dominar la primera mitad del año con cinco victorias.

En la misma posición se ubicó el argentino Emiliano Grillo, después de una última vuelta de 73 golpes (+3).

El colombiano Nico Echavarría, en cambio, vivió su peor jornada con una tarjeta de 78 golpes que lo dejaron con un resultado final de 290 (+10) en el 54º lugar.