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Julio Mayora, un coleccionista de medallas que intentará impulsar a Venezuela en París

Julio Mayora comandará a Venezuela.
Julio Mayora comandará a Venezuela.RAUL ARBOLEDA / AFP
El halterófilo pateaba una pelota en el pueblo costero donde creció. El 'futbolito', como llaman en Venezuela al fútbol sala, era su pasión.

Todo cambió cuando conoció a su entrenador, Oswaldo Tovar, quien le hizo una promesa convertida en profecía: si elegía el levantamiento de pesas, iba a ser un campeón. Hoy, a los 27 años, es una de las principales cartas de medalla de la delegación venezolana en los Juegos Olímpicos de París.

Criado en el barrio popular de Santa Eduvigis, en la costera Catia La Mar (estado La Guaira, centro-norte), Julio Mayora ya ganó una plata olímpica en los 73 kg en Tokio, con marca de 346 kg (156 en el arranque y 190 en el empujón) y ahora quiere volver a subir al podio.

Es abanderado de Venezuela junto a la atleta Yulimar Rojas, quien tendrá ese honor aunque será baja por lesión.

"Daremos el todo por el todo, como siempre lo hago, para llevar nuestra bandera a lo más alto del podio. Trabajaremos muy duro para conquistar esa medalla", adelantó en declaraciones difundidas por el Comité Olímpico Venezolano (COV) después de cerrar su plaza en la Copa del Mundo de Phuket, en Tailandia, el último clasificatorio de su modalidad.

"Es un atleta emblemático para nosotros", comentó a la AFP el presidente de la Federación Venezolana de Levantamiento de Pesas, Luis Seijas. "Él sabe que, aunque tuvo que recurrir al último clasificatorio para asegurar su cupo, estando al 100% es un rival muy, muy, muy difícil", argumentó.

Rozando la perfección

Con su plata en tierras niponas, Mayora cerraba un ciclo olímpico que rozó la perfección. Había monopolizado todos los oros posibles en Juegos Bolivarianos, Juegos Sudamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe y Juegos Panamericanos.

El chino Shi Zhiyong fue el único rival capaz de doblegarle, sumando su segundo campeonato olímpico.

La ruta de Mayora hacia París ha tenido el mismo camino dorado, con todos los títulos posibles en las citas regionales.

Volverá a encontrarse con Zhiyong, aunque el favorito al oro es el joven prodigio indonesio Rizki Juniansyah, de 20 años, quien rompió en los últimos años el dominio del asiático y quebró su viejo récord mundial al alcanzar un descomunal registro de 365 kg (164 en el arranque y 201 en el empujón).

Ayudar a los jóvenes

Mayora, sin embargo, no sólo aspira a medallas.

Padre de dos hijos, una niña y un niño, el subcampeón olímpico quiere ayudar a los chamos y seguir los pasos de Oswaldo Tovar, que lo ayudó a él hace más de 15 años.

"Mi sueño es tener un gimnasio en La Guaira, ir a los barrios, buscar a esos niños que me dicen: 'Julio, quiero ser como tú'", contó.