Fue una tarjeta no tan impoluta como la del primer día, pero se puede decir que Jon Rahm, el ídolo español, salvó el día y se mantiene en la pelea por conquistar el Abierto de España de golf.
Si en esa jornada inaugural firmó un -7, en el siguiente recorrido se ha quedado sólo en -3 para un total en este viernes de 68 golpes. A falta de los dos últimos días, el vasco se encuentra a dos de los líderes, el inglés Paul Waring (37) y el escocés Stephen Gallacher (48).
Entre ellos tres, una legión de golfistas. Con uno de ventaja sobre Rahm aparecen Drysdale y Du Plessis, e igualados con -10 están Aphibarnrat, Lee, Pavon y Van Driel.
Rahm, siempre acompañado de una legión de fieles seguidores y paisanos, realizó seis birdies y tres bogeys. A pesar del apoyo, nunca se terminó de sentir del todo cómodo, o al menos esa fue la sensación que transmitió desde su salida en el hoyo 1.
Ya en el 5 cometió su primer error grave, penalizado por un bogey. Y aunque corrigiendo su tarjeta, los últimos nueve hoyos los comenzó con sendos bogeys que le complicaron el día. Su calidad apareció cuando más lo necesitaba, realizando cuatro birdies en los siguientes cinco hoyos.
Rahm espera recuperar el nivel exhibido el primer día para optar así a este título que tanta ilusión le genera. Quien no podrá hacerlo será Cabrera Bello, actual defensor del campeonato y que no podrá revalidar al no pasar el corte. El primer día firmó un +3 y aunque ha mejorado en el segundo con un -2, no ha sido suficiente para seguir jugando.