El keniata Eliud Kipchoge tardó dos horas, un minuto y nueve segundos en completar el Maratón de Berlín, uno de los Majors. Todo estaba preparado para que volviera a mejorar la marca que tenía hasta este domingo (2:01:39), pero la mañana había arrancado con más de un 80% de humedad, lo cual provoca una mayor deshidratación y, en consecuencia, un peor rendimiento. No fue un factor que acabara influyendo al final.
El mejor maratoniano de la historia le quitó 30 segundos al cronómetro y volvió a ofrecer una auténtica exhibición de cómo correr en la distancia reina. Contó con tres liebres (atletas que sirven de ayuda para marcar el ritmo), pero estuvo solo en casi toda la segunda mitad de la carrera. Su idea era llegar al paso de los 21 kilómetros y 97 metros ligeramente por encima de la hora (lo hizo en 59:51). De haber podido mantener esa velocidad, Kipchoge hubiese llegado a meta por debajo de las dos horas.
Más allá de esta 'ayuda' que tuvo hasta el kilómetro 25, contó también con otra pareja de baile, hasta ese momento rival por el primer puesto. El etíope Andamlak Belihu aguantó el ritmo durante bastante tiempo, pero se fue quedando atrás y perdió terreno con los que tenía detrás, hasta el punto de llegar en cuarta posición (2:06:40). Entre Kipchoge y él, Mark Morir (2:05:58) como segundo clasificado y Tadu Abate (2:06:28) en el bronce. Abel Kipchumba fue quien cerró el top cinco, también por debajo de las dos horas y siete minutos (2:06:49).
Tigist Assefa, la primera clasificada
La etíope Tigist Assefa fue la primera mujer en llegar a la meta (2:15:37), se hizo con el récord de la prueba en categoría femenina y mejoró su tiempo en 19 minutos. Cruzó la Puerta de Brandenburgo en solitario, como los kilómetros anteriores y los metros finales, gracias al amplio colchón que tenía respecto a sus perseguidoras. Rosemary Wanjiru (2:18:00) fue segunda y su compatriota y también tocaya Tigist Abayechew cerró el podio (2:18:03).