Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad

Kipchoge-Kiptum, ¿quién bajará de las dos horas en el maratón?

AFP
Eliud Kipchoge y Kelvin Kiptum
Eliud Kipchoge y Kelvin KiptumProfimedia / AFP
El mundo del atletismo se preguntaba en los últimos años cuándo sería capaz Eliud Kipchoge de bajar de las dos horas en el maratón. Desde octubre de este 2023 hay otro gran candidato, el también keniano Kelvin Kiptum, que le arrebató el récord mundial al correr en 2:00:35.

Fue en el maratón de Chicago, el pasado 8 de octubre, donde Kiptum (23 años) dio la sorpresa con un tiempo estratosférico, a poco más de medio minuto de bajar de esa barrera mítica de las dos horas.

No estaba en esa carrera Kipchoge, que unos días antes había conquistado su quinto maratón de Berlín pero sin batir el récord del mundo, que había logrado en dos ocasiones anteriormente, ambas en la capital alemana (2:01:39 en 2018 y 2:01:09 en 2022).

La hazaña de Kiptum en Illinois le dejó sin el honor de ser el más rápido de la historia en la mítica distancia.

"No fue ninguna sorpresa", afirmó Kipchoge unos días después en Oviedo (España), donde recibió el Premio Princesa de Asturias de los Deportes.

"La belleza del deporte es conseguir nuevos récords, poder conseguir esos récords demuestra que la gente está trabajando duro. Yo lo he conseguido en dos ocasiones y realmente creo que soy un modelo para la siguiente generación", afirmó.

1:59:40 en Viena

Kipchoge no cuenta en esas dos ocasiones la vez que bajó de las dos horas en un maratón. Fue el 12 de octubre de 2019, en un parque de Viena, donde corrió en 1 hora, 59 minutos y 40 segundos, pero el crono no fue homologado oficialmente por las circunstancias en las que se había diseñado ese evento.

Todo se había organizado para él, con un ejército de 41 'liebres' para ayudarle en el desafío, unas controvertidas 'súper zapatillas' y un recorrido perfecto para sus aspiraciones.

Entre el deporte y el 'show' publicitario, el crono de Kipchoge aquel día en el Práter vienés se recuerda como una hazaña del deporte, pero sin figurar en las estadísticas oficiales.

Después de una larga carrera, en la que incluso fue campeón mundial de 5.000 metros en 2003, Kipchoge siente que el tiempo se le va acabando para conseguirlo. En 2023 se mostró vulnerable con un sexto lugar en el maratón de Boston, su gran decepción de este año.

En 2024 tendrá además el reto de conquistar un tercer oro olímpico consecutivo, después de los de Rio en 2016 y Tokio en 2021, algo que nunca nadie consiguió y que le permitiría dejar atrás en el palmarés al corredor de Alemania del Este Waldemar Cierpinski (campeón olímpico en Montreal-1976 y Moscú-1980) y al etíope Abebe Bikila (Roma-1960 y Tokio-1964).

Esperando el primer duelo

Pero Kiptum, con la frescura de sus 23 años, ha irrumpido como un adversario temible. El de Chicago era apenas su tercer maratón, tras ganar en Valencia en 2022 y en Londres en 2023, unos meses antes de su plusmarca mundial de octubre.

Con tres maratones ha conseguido tres de los siete mejores cronos de la historia, por lo que la progresión es espectacular y bajar de las dos horas parece posible a corto plazo.

"No tengo ningún plan para correr por debajo de las dos horas, sino para ir mejorando mi récord personal", afirmó a su regreso a Kenia tras la hazaña de Chicago, prometiendo entonces "volver más fuerte" en 2024.

El espectacular récord de Chicago hizo que Kiptum fuera incluido en la lista de seis nombres considerados como los mejores atletas del año por la Federación Internacional (World Athletics), en su caso en la categoría masculina de "ruta". En la femenina el premio fue para la etíope Tigst Assefa, que en septiembre batió en Berlín el récord del mundo de maratón (2:11:53).

Kipchoge afrontará el año 2024, por lo tanto, con cierto ánimo de revancha tras ser destronado.

Por el momento, tanto él como Kiptum fueron incluidos en la preselección keniana para los Juegos de París.

Sea en la capital francesa o en otra parte, todo parece preparado para asistir en el nuevo año al primer duelo entre ambos, que será sin duda uno de los momentos de más expectación en un deporte necesitado del foco mediático tras la 'era Bolt'.