Tras batir el récord del mundo de 1.500 metros el 2 de junio en Florencia (3:49.11) y el de 5.000 metros la semana siguiente en París (14:05.20), la doble campeona olímpica y mundial de 1.500 metros tiene la vista puesta en la milla (1.609 metros) el viernes en Mónaco, último objetivo en su glorioso regreso tras la baja por maternidad.

Desde agosto de 2020, ha ganado 26 de las 29 carreras en las que ha participado, en todas las distancias (800 m, 1.000 m, 1.500 m, 3.000 m, 5.000 m y campo a través). En la tercera, ganó 17 de las 18 carreras, por lo que conquistó su segunda medalla de oro olímpica en los JJ.OO. de Tokio (tras la de 2016), y su segundo título de campeona del mundo en 2022 (tras el de 2017).

En tierras italianas, la keniana de 29 años dedicó su récord mundial "a todas las madres". "Sé por lo que pasan las mujeres después de la baja por maternidad. Piensan que es el final de sus vidas. Quiero demostrarles que se equivocan", explicó en una entrevista a la AFP el 21 de junio, de vuelta en Kenia, en el campo de entrenamiento de Kaptagat.

Otras deportistas antes que ella han regresado al máximo nivel tras la maternidad. En tenis, Kim Clijsters ganó tres US Open tras el nacimiento de su primer hijo, mientras que Victoria Azarenka, Elena Svitolina y Serena Williams regresaron al circuito. En judo, Clarisse Agbégnénou fue campeona del mundo delante de su hija de 11 meses, y Alyson Felix ha recorrido las pistas de atletismo, entre otras muchas madres campeonas.

Una atleta con curiosidades

Faith Kipyegon interrumpió su carrera en 2017 para formar una familia con su marido, Timothy Kiptum, medalla de bronce en 800 metros en 2012 en los Juegos Olímpicos de Londres. "No fue fácil, pero estaba rodeada de gente (...) que creía en mí", confiesa. Para volver, "necesitas mucha fuerza mental, tienes que ser fuerte y valiente en todo lo que haces", agregó.

Tras el nacimiento de su hija Alyn, en junio de 2018, "se tomó su tiempo para disfrutar de (su) angelito", pero también para "poner (su) cuerpo en forma", sobre todo perdiendo 19 kilos. Se unió al equipo del entrenador Patrick Sang, mentor de la leyenda del maratón Eliud Kipchoge, que descubrió a "una de las raras atletas con capacidad para una gran resistencia y velocidad".

"Tiene una actitud ante la vida y la carrera similar a la de Eliud. Me impresionó mucho", dice el entrenador: "Nunca se queja. Hace su trabajo (...) Es una atleta muy decidida".

Descalza

"Ha sido un largo camino", dice la siempre sonriente Kipyegon, la segunda más joven de ocho hermanos, que creció en la aldea de Chebaraa, en el centro de Kenia. En 2011, con 17 años, ganó descalza su primer título individual, el de campeona del mundo júnior de campo a través.

"Me sentía cómoda descalza. Era joven, acababa de llegar de mi pueblo y nunca había usado clavos", ríe."¡Ahora uso clavos y ya no sé correr descalza!". Ahora es una heroína en Kenia, tierra de campeones de fondo y medio fondo.

A su regreso de su semana loca, a principios de junio, fue recibida con gran pompa por el presidente William Ruto, que le entregó un cheque de cinco millones de chelines (32.500 euros) y una casa de seis millones de chelines (39.000 euros).

Una de las torres más altas de la capital, Nairobi, fue iluminada a su imagen por el principal operador de telecomunicaciones, Safaricom, que también le pagó dos millones de chelines (13.000 euros).

"Todo lo conseguido en 1.500 m

Intocable en los 1.500 m, ahora pone sus miras en los 5.000 m, después de trabajar su resistencia junto a corredores de campo a través y maratonianos en Kaptagat.

"Lo he conseguido todo y he dejado mi huella en los 1.500 m. (...) Necesito familiarizarme con otras distancias. Por eso me apunté a los 5.000 m" en París, explica: "Es el camino a seguir: 5.000 m, 10.000 m, maratón...". En su primera carrera oficial de 5.000 m desde 2015, batió el récord del mundo. Luego ganó los 5.000 m en las pruebas nacionales de Kenia el 7 de julio.

En los Mundiales de Budapest, irá a por su tercer título en los 1.500 m y su primero en los 5.000 m. "A partir de ahí", sonríe Patrick Sang, "exploraremos las posibilidades".