La que era considerada como la mejor carrera de Fernando Alonso (41) en el 2022 no ha servido de nada. La FIA- impulsada por la solicitud de la escudería Haas- ha sancionado al piloto español por no llevar el retrovisor derecho. 

El espejo, que sufrió daños accidentales después de un error de Lance Stroll, es la punta de un iceberg que hunde, pertuba y ahoga al piloto asturiano. El roce del A522 de Alonso con el vehículo de Stroll- su futuro compañero en Astón Martin- desestabilizó por completo al español. A pesar de las circunstancias, él decidió seguir. Impulsado por el deseo de mejorar posiciones y de intentar, por qué no, ingresar al podio de la clasificación general del GP de EEUU. 

La ambición de Alonso y la actitud con la que él enfrentó las complejas situaciones de la pista en Texas fueron alabadas por el público. El piloto, de hecho, escaló hasta la sexta plaza de la tabla. Sin embargo, la sanción de la FIA le ha enviado a la decimoquinta posición y, además, le ha quitado los puntos obtenidos. 

El fuego cruzado

El accidente con Lance Stroll es un error común -e ingenuo- en una pista de la Formula 1. El constante fuego cruzado que acompaña de lado a lado a Alpine también es un fallo que, como es loable, escala a dimensiones desproporcionadas. 

Alonso es uno de esos pilotos que no conserva sus pensamientos o declaraciones. Los directivos de Alpine, al parecer, también. Desde que Aston Martín anunció la contratación del corredor, la molestia del equipo francés fue evidente. En más de una oportunidad, el corredor y la escudería gala han marcado líneas opuestas que, a la larga, han desconcentrado el foco de atención de la prensa. 

El directivo de Alpine, Laurent Rossi, cargó contra el piloto. "No pudimos comprometernos para más de dos años porque con Piastri teníamos una opción de más de tres años. A largo plazo, siempre tuvimos claro que teníamos que centrarnos en el futuro y el futuro se llamaba Oscar", dijo.

Un contrato sin expectativas 

El fuego cruzado entre Alpine y Alonso inicia, en escencia, con el anuncio de Aston Martin. Sin embargo, existe otra razón de fondo que suscitó aquel intercambio de palabras: un contrato que, según Rossi, le ofreció Alpine al corredor. 

Acorde a la información presentada por el directivo, el vínculo laboral que ofreció Alpine a Alonso no cumplía con las expectativas del asturiano. Rossi, cansado de las fuertes palabras del deportista, lanzó una lápida que, en lugar de cerrar el dolor que ocasionó la ruptura entre el piloto y la escudería, presionó la llaga. "Tiene 41 años y en dos años cumplirá 43"

Alonso dejará Alpine al cierre de la presente temporada. La relación entre el equipo francés y el corredor es compleja.

La escena que nunca acaba 

Desde que Aston Martin anunció el fichaje de Alonso, la paz no existe en el Alpine. Las declaraciones han sido la antesala de una escena de polémicas que no acaba. Por ejemplo, el corredor dijo que Hamilton era "un idiota" en el GP de Bélgica. En otra ocasión, cuestionó a su equipo directamente por las deciones que tomó la escudería en el GP de Japón. "Tomamos las decisiones equivocadas continuamente. Primero, paramos los últimos para poner los intermedios, y perdimos posiciones", comentó.

La última temporada de Fernando Alonso en Alpine es, en resumen, accidentada. El roce con Stroll que pudo ser un inconveniente menor dinamitó una sanción, un retroceso, una nueva actuación eclipsada. La campaña de la Fórmula 1 terminará pronto y, con ella, cerrará el paso del español por la escudería francesa. Un paso polémico y con pocos títulos que deja actuaciones valorables sin títulos o triunfos que valgan la pena.