El Real Valladolid afrontaba el partido ideal para sumar tres puntos más porque recibía al único conjunto de LaLiga Santander que no había ganado tras los 12 encuentros disputados. Aun así, los ilicitanos salieron muy bien al choque e incluso rozaron el 0-1 en la primera acción, cuando el balón se acababa de poner en movimiento, tras una buena arrancada de Tete Morente por la banda izquierda. Era un buen aviso para que el Pucela dejara a un lado el posible exceso de confianza.
Ni siquiera esperaron los blanquivioletas a que se cumpliera el primer minuto para gozar de una de las ocasiones más claras que ha podido tener Gonzalo Plata en toda su carrera. La jugada pedía cruzarla con la pierna derecha hacia el lado contrario, pero le faltó algo de precisión; el pie del guardameta mandó el esférico a saque de esquina. Un inicio frenético a la altura de un partido casi de Champions. El ritmo bajó inevitablemente, claro.
Pocos más acercamientos protagonizó el Elche, que ya debe ir encargando el busto de su portero para colocarlo en los aledaños del Martínez Valero, sobre todo si finalmente consiguen una permanencia que se ve muy lejana (está a siete puntos). No parece la mejor idea traer de vuelta al entrenador que dimitió en 2020 porque no ganaba un partido (ya suma 21 encuentros consecutivos sin lograrlo entre las dos etapas), pero así lo ha considerado Christian Bragarnik. De nuevo el propio Badía, en una nueva acción de reflejos, rechazó un cabezazo picado de Óscar Plano después de un centro con sinfonía de Iván Sánchez.
Goles de oro y pases de Plata
Gonzalo Plata fue protagonista de nuevo, esta vez para bien, tanto en una de las últimas antes del descanso como en la más importante tras el paso por vestuarios: primero, sirvió a Javi Sánchez -vio amarilla más tarde por una dura entrada sobre Álex Collado- un gran pase para que el central, como si de un delantero se tratase, la cruzara y pudiera batir a Edgar de una vez por todas; después, aprovechó una pérdida de Carlos Clerc en campo propio para levantar la cabeza, poner sus ojos en Roque Mesa y entregársela al centrocampista, que no falló en su definición.
Sergio Escudero, sustituido por Lucas Olaza, dejó el terreno de juego al descanso por una lesión que se produjo pasada la media hora del duelo, aunque, pese a la aparente gravedad, pudo llegar ileso hasta el minuto 45. Además, tuvo tiempo para servirle un pase sobresaliente a Sergio León, cuyo fantástico remate -de primeras- se topó con una mejor intervención del arquero con pasado en el Reus, obligado a intervenir tras el 2-0 por un disparo de Plata desde fuera del área y otro de Plano desde el interior.
Cuando se sucedían las ocasiones de los locales, Pere Milla encontró a Josan Ferrández, cuyo disparo de primeras no encontró oposición y se convirtió en la diana de la esperanza. Frenó un poco el dominio local, aunque los del José Zorrilla no dudaron en atacar cuando tuvieron oportunidad y, de hecho, el cancerbero catalán tuvo que aparecer de nuevo más de una vez. Pese a que los alicantinos marcaron a falta de media hora para el final, a excepción de algún acercamiento sin concretar, no incomodaron a Masip y firmaron la novena derrota del curso liguero.
Jugador Flashscore del partido: Edgar Badía.
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