No hubo ninguna sorpresa en el último encuentro, otro más con final feliz para la selección femenina de baloncesto. El propio desarrollo del duelo fue idílico porque incluso debutaron tres jugadoras (María Erauncetamurgil, Mariona Ortiz y Marta Canella). Esta última, además, es la protagonista de una historia cuanto menos curiosa, ya que ha sido campeona de Europa en la modalidad de 3x3. Por otro lado, Laura Gil y Cristina Ouviña, que no era internacional desde los JJ.OO. de Tokio, volvieron al combinado nacional.
La fase de clasificación se cierra este domingo (20h45 CET) en Islandia. El reto es acabarla con pleno de triunfos, algo que parece bastante probable si tenemos en cuenta que el último enfrentamiento directo entre ambos conjuntos terminó 120-54. No ha sido la única paliza en los últimos tiempos, como se ha podido comprobar esta misma semana, pero la mayoría de encuentros se han saldado con resultados mucho más ajustados (62-66 contra Hungría o, entre otros, el 60-56 frente a Eslovenia).
Hay que remontarse hasta agosto de 2021, en los Juegos Olímpicos de Tokio, para encontrar la última derrota. Fue un adiós doloroso a la competición porque, en gran parte, llegó por errores propios. Francia se impuso por 64-67, lo que le sirvió para, a la postre, llevarse la medalla de bronce. Cayó derrotada ante Japón (87-71) en semifinales y venció en la lucha por el tercer y cuarto puesto contra Serbia (76-91). Las españolas habían rendido a gran nivel hasta esa ronda maldita de octavos.
Durante este amplio período, han disputado nueve partidos (cuatro de ellos amistosos) y no han perdido ninguno. Las sensaciones no pueden ser mejores de cara a una competición en la que ni mucho menos resulta descabellado pensar que las galas vayan a cruzarse de nuevo en el camino, especialmente en alguna de las rondas más avanzadas. Cabe recordar que cayeron en los cuartos de un Mundial en el que las de Miguel Méndez no disputaron porque no lograron el billete.