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La selección masculina de waterpolo vence a Hungría 10-7 y sigue líder de su grupo

David Amaya Borrachero
Unai Aguirre, portero de la selección española
Unai Aguirre, portero de la selección españolaAFP
España no ganaba a Hungría desde la final del mundial del 98 cuando se impuso por 6-4. Este martes, en los Juegos Olímpicos, ha conseguido llevarse la victoria por 10-7 ante su bestia negra 26 años después.

El partido comenzó con mucho respeto, ambas selecciones ya se conocían, incluso han entrenado juntas durante la preparación y prefirieron no correr riesgos en los primeros minutos. Alberto Munárriz abrió el marcador con un disparo lejano. Las hostilidades llegaron tarde, pero llegaron. Bernat Sanahuja reafirmó la superioridad de España, sin embargo, gracias a un palmeo del boya rival, Hungría recortó distancias.

Unai Aguirre, portero español, comenzó inspirado el segundo cuarto y España estuvo a punto de aumentar distancias gracias a un disparo al poste de Munárriz. Hungría confirmó su mejor entrada al partido empatando por mediación de Vigvari. España debía recuperar el ritmo del partido, y vaya si lo hizo. Igualó las fuerzas húngaras y, tras estar empatados a tres, un tanto en el último segundo de Marc Larumbe (30) dio ventaja a la selección española en el ecuador del encuentro.

Ventaja hispana en el inicio de la segunda parte

Un ataque en superioridad permitió distanciarse en el marcador al combinado español, pero le duró poco la alegría debido a un gol de Hungría minutos después que necesitó revisión. El partido seguía tenso, un penalti y un golazo de Álvaro Granados dieron tres tantos de ventaja a España y obligaron al entrenador húngaro a pedir un tiempo muerto. Descanso que surtió efecto, ya que en las instancias finales recortó, de nuevo, la distancia a un solo gol. Un tanto de Miguel de Toro ha cerrado el marcador del tercer cuarto en 8-6 a favor de España.

El equipo de David Martín comenzó a las mil maravillas el último envite del encuentro y volvió a los tres de ventaja para estar tranquilo. La defensa española siguió teniendo un nivel espectacular y la reacción al único tanto húngaro del cuarto cuarto fue contestado de inmediato, de nuevo, por parte de Marc Larumbe. El encuentro terminó 10-7.