Los Hispanos asaltan el fortín de Cracovia en el Mundial de balonmano
Comenzaba la fase principal de la cita mundialista para el equipo dirigido por Jordi Ribera y lo hacía ante una Polonia que necesitaba la victoria para seguir soñando. Las dos derrotas en la Preliminary Round dejaban a los anfitriones contra las cuerdas en el primer encuentro de la fase principal, con cero puntos en su casillero, y midiéndose a un selección española que llegaba en una inmejorable situación tras las victorias ante Montenegro, Chile y la República Islámica de Irán.
Arrancaba el cuarto compromiso para España en el TAURON Arena y lo hacía con una intensidad defensiva por parte del equipo anfitrión muy difícil de igualar. El 6:0 plantado alrededor del área polaca impedía las penetraciones de los españoles y era a través del lanzamiento exterior de Dani Dujshebaevcomo el equipo comenzaría a coger buenas sensaciones en el 40x20.
En el otro lado, Szymon Sicko asediaría hasta en 4 ocasiones en los 12 primeros minutos la portería defendida por Rodrigo Corrales, haciendo gala de su potencia en el disparo desde los 9 metros. La réplica de los españoles a las individualidades polacas llegaba por medio de los hermanos Dujshebaev, que se volverían a asociar a la perfección para encontrar espacios en la línea defensiva rival y fabricar entre sí hasta 5 tantos en el primer cuarto de hora de juego.
La igualdad y alternancia en el luminoso continuaba una vez sobrepasado el minuto 15, siendo Ferran Solé quien tendría la oportunidad de poner el +2 por primera vez en el encuentro desde los siete metros. El balón se topaba con el travesaño y sería Gonzalo Pérez de Vargas quien entraría a pista para ajusticiar a su compañero y detener el siete metros en la acción posterior.
El show del guardameta blaugrana continuaría en la segunda mitad, pero sería en el tramo final de la primera parte cuando los Hispanos iban a adquirir una renta de 3 goles a la que se agarrarían en lo que restaba de partido (14:11 en el 24’). La veteranía de Cañellas y Gedeón Guardiola junto a la indudable calidad individual de Pol Valera aparecían en los compases finales, castigando así a una Polonia en la que empezaban a aflorar las dudas.
Sin embargo, la exclusión del capitán español en el último minuto de la primera mitad provocaba que Polonia gozara de un último ataque en superioridad numérica que su extremo izquierdo, Jan Czuwara, se encargaría de anotar a falta de 4 segundos, poniendo un ajustadísimo 16:15 al descanso.
Apenas unos segundos tardaría en emerger la figura de Gonzalo Pérez de Vargas en la reanudación del encuentro. Con el equipo aún en inferioridad, el portero empezó a construir un muro que acabaría siendo infranqueable para los polacos. Las intervenciones del guardameta se sucedieron en unos primeros 5 minutos en los que el ataque español no encontraba soluciones.
Era Kauldi Odriozola desde los siete metros quien se encargaría de volver a abrir la lata y, quien sino, Gonzalo quien asistiría a Ángel Fernández en un soberbio contraataque con el que el 18:16 subía al marcador. El 4 de 6 logrado por el meta bajo palos secaron al combinado polaco, que cada vez veía más cerca el abismo de la derrota. Las precipitaciones de los anfitriones llegaban y, con los errores del rival, los Hispanos se crecían cada vez más, logrando una diferencia máxima de 5 goles en el 47’.
La concentración e intensidad defensiva se mantuvieron durante unos 10 últimos minutos prácticamente perfectos de los de Jordi Ribera. La exclusión de Walczak dejaba a los polacos seriamente tocados en el tramo final y a los españoles acercándose irremediablemente a otros 2 nuevos puntos. Finalmente, el crono se paró con un 27:23 que reflejaba la superioridad del equipo español en la segunda mitad y con el que los Hispanos lograban la cuarta victoria consecutiva en un Campeonato del Mundo, hasta la fecha, impoluto.