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Mbappé sigue tensando la cuerda con el PSG y vuelve a mostrar su descontento

Miguel Baeza
Mbappé sigue tensando la cuerda con el PSG y vuelve a mostrar su descontento
Mbappé sigue tensando la cuerda con el PSG y vuelve a mostrar su descontentoFRANCK FIFE / AFP
Concederle plenos poderes a un jugador dentro de su club no suele salir bien. Mucho menos hacerle creer que se los otorgas y después tomar decisiones opuestas a sus exigencias. Es lo que está pasando con Kylian Mbappé (23) en el Paris Saint Germain. Se le pintó todo muy bonito y ahora, transcurridos cuatro meses desde su renovación, las cosas no le cuadran. Desafortunadamente, ha pasado de cuidar su comunicación al detalle a disparar a todo lo que se mueve y, tras el tropiezo de los parisinos ante el Reims (0-0) ha gastado una nueva bala en Instagram.

Promesas incumplidas, incomodidad con su posición, problemas con Neymar (30) por ver quién tira los penaltis. Son solo algunos de los problemas que ha tenido el joven jugador galo en los primeros dos meses de temporada. Si miramos un poco más atrás, al mercado de fichajes, nos encontramos con que se le escapó Zidane (50), el Real Madrid le dejó sin Tchouaméni (22) y Dembélé (25) apostó por tratar de triunfar en el FC Barcelona. Eso, por no hablar de otros muchos jugadores a los que no les terminó de encajar el ambiente que se vivía en la capital francesa.

Ese cúmulo de acontecimientos han agriado el carácter de Mbappé. Su forma de actuar no tiene nada que ver con la de hace seis meses. "Este no es mi Mbappé", clamó Florentino el pasado 16 de junio. Una vez más, el presidente blanco tenía razón y así lo ha ido demostrando Kylian con sus actos. Primero, discutió acaloradamente con Neymar en medio de un partido por tirar un penalti. No le importó destapar públicamente su ruptura con el brasileño.

A continuación, dio paso a los dardos a su entrenador en el PSG, Christophe Galtier (56), y al propio club por la incomodidad que le estaban generando con un rol de delantero centro que no es el que le prometieron al renovar: "Tengo mucha más libertad aquí que en el PSG", aseguró tras un partido del parón de selecciones previo al Mundial de Catar.

Juego de forma diferente con Francia. Me piden que haga cosas diferentes aquí que en el PSG. Aquí tengo mucha más libertad. El entrenador sabe que tenemos a Giroud como 9 que fija las defensas y yo puedo ir al espacio. En París es diferente, eso no existe. Me piden que haga de 9 y es diferente”, insistió el '10' de Francia, que ha decidido emplear una estrategia de comunicación mucho más agresiva que en el pasado.

Kylian Mbappé ironiza en Instagram sobre su posición en la punta de ataque del PSG.
Kylian Mbappé ironiza en Instagram sobre su posición en la punta de ataque del PSG.Instagram Kylian Mbappé

El último capítulo de esta historia, hasta ahora, ha tenido lugar con motivo del empate a cero cosechado por el PSG ante el Reims, 15º de la Ligue 1. El cuadro parisino se quedaba sin marcar por primera vez en sus últimos 21 encuentros y a la estrella no le sentó nada bien. Por elló, mandó un nuevo dardo a la directiva. Esta vez mediante un 'Storie' de Instagram en el que utilizó el 'hashtag' "#pivotgang", aparentemente insinuando que si jugase por la izquierda todo iría mejor. 

Cansado de la sombra de Neymar

A la hora de recapacitar sobre el tema, nos encontramos con que todos los dolores de cabeza de Kylian cuentan con el mismo denominador común: su compañero Neymar. Al ampliar su contrato, el francés pensó que la salida del ex del Barça estaba garantizada, lo que le dejaría vía libre para ocupar el costado zurdo a su antojo y ser el líder absoluto. Eso no sucedió y ahora el galo se ve desplazado a una posición que no le gusta por una persona con la cual ha perdido la relación que les unió en los primeros años. Le considera un estorbo y está enfadado con el club por ello.

Sale ganando el PSG, porque tiene a tres de los mejores atacantes del mundo funcionando a pleno rendimiento, pero el '7' parisino se siente utilizado. Considera que no tiene el poder que se le había prometido y ve cómo se le dan a otros los beneficios con los que debería contar él. Al final va a ser verdad que dormir en un colchón de millones de euros no lo es todo.

Su entorno tampoco ayuda. En lugar de guiarle para que tome buenas decisiones, se dedican a respaldar todos sus delirios de grandeza y utilizarle para ganar dinero para la familia. Cuando llegó a París, su padre, Wilfried (51), hizo todo lo posible para que se decantase por las condiciones económicas que ofrecían los cataríes. En su renovación, fue su madre, Fayza Lamari (48), la que intervino en la operación y le convenció de renunciar a su sueño de jugar en el Real Madrid. Saben que tienen a la gallina de los huevos de oro en sus manos y no la quieren soltar.