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Cerca del frente en Ucrania, dos gemelas entrenan para los Juegos de París

AFP
Maryna y Vladyslava Aleksiiva
Maryna y Vladyslava AleksiivaSERGEY BOBOK / AFP
Las sirenas de alerta aérea resuenan mientras las nadadoras artísticas Maryna y Vladyslava Aleksiiva descansan durante su único día libre en Jarkov, Ucrania. Su riguroso programa de entrenamiento debería llevarlas hasta los Juegos Olímpicos de París.

Las hermanas gemelas son las estrellas del equipo ucraniano, bronce en Tokio 2020, y que se ha desplazado a esta gran ciudad del noroeste del país para entrenar, a pesar de la cercanía con el frente y los regulares bombardeos.

Después de la invasión rusa, el equipo se movió a Italia, luego a Kiev y finalmente ha vuelto a la segunda ciudad de Ucrania, donde la situación es más tensa que la capital, pero donde viven sus seres queridos y amigos.

"A veces, durante las alertas aéreas nos hemos preocupado un poco por lo que estaba pasando", admite Vladyslava. "Sentimos que es la guerra", explica a la AFP.

"Hubo muchos bombardeos en el invierno del año pasado. Veremos que pasará. Pero por el momento nos quedamos en Jarkov", continúa Vladyslava.

Un domingo reciente, único día en el que no entrenan, las gemelas de 22 años disfrutaron tomando un café con el marido de Vladyslava, Kyrylo, de 23 años. Después fueron al apartamento de Maryna.

Vladyslava, que se casó en febrero, vive en el inmueble colindante. En casa de Maryna, sobre una mesa, hay una colección de medallas, en la que brilla especialmente el bronce por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

"Da igual la guerra"

"Es verdaderamente el momento más importante de nuestra vida", señala Vladyslava, sentada con su hermana y con las piernas cruzadas sobre el sofá.

"Sin considerar la guerra", matiza Maryna, con cada una de las hermanas terminando la frase de la otra.

El equipo espera clasificarse a los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar en menos de nueve meses, en la disciplina reservada a las mujeres, antiguamente conocida como natación sincronizada.

El edificio de su piscina de entrenamiento en Jarkov sufrió daños en septiembre por un misil ruso y los cristales rotos de las ventanas todavía no han sido cambiados. Tampoco hay generador en caso de corte de la calefacción central, pero la piscina se mantiene intacta.

"El agua está caliente", afirma Maryna. "Podemos entrenar tanto tiempo como queramos", añade Vladyslava.

"No hay nadie. Por eso a nuestro entrenador le gusta tanto este sitio", concluye Maryna, mientras que una sirena de alerta aérea suena entre sus frases. "Es habitual. Cada día hay unas cinco o seis. Por la noche también", aclara con calma Maryna.

A veces, durante el entrenamiento, han escuchado explosiones y tuvieron que "correr al sótano con los bañadores mojados".

"Lotería"

La entrenadora del equipo ucraniano desde hace más de veinte años, Svitlana Sayidova, es originaria de Jarkov. Abandonó la ciudad después del estallido de la guerra, pero ya ha regresado.

Una foto de infancia en la cocina de Maryna muestra a Sayidova con un grupo de jóvenes nadadoras. Las gemelas posan en primera fila, agarrando medallas.

Las hermanas Aleksiiva comenzaron este deporte cuando era niñas, bajo la batuta de una entrenadora local, Maryna Krykunova, que hoy les diseña los bañadores.

"Desde que entraron en la piscina y las vi, estuve segura de que serían futuras estrellas porque eran grandes para su edad, delgadas, con una bonita postura, una bonita forma y piernas largas", recuerda.

El Comité Olímpico Internacional (COI) todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre la cuestión de saber si los rusos podrán participar en los Juegos de París.

"Todavía no nos hemos enfrentado al equipo nacional ruso desde el inicio de la guerra y esperamos no verlo jamás", masculla Maryna.

Pero hay otra cosa que también les preocupa de cara a la competición: La natación artística tiene un nuevo sistema de puntuación que en teoría debería promover una mayor objetividad, menos centrado en el rendimiento artístico y más en la ejecución técnica.

Para Marya Krykunova, es una "lotería". "Parece muy poco artístico y desafortunado", sentencia Maryna Aleksiiva, que dice temer que los peores equipos puedan ganar.

"Debemos hacer todo lo posible e imposible para que los jueces reaccionen a todos los elementos que hemos incluido en nuestro programa, para que todo sea perfecto", señala por su parte Vladyslava. "Haremos todo lo posible por conseguirlo".