Nico y Diego, dos hijos de futbolistas (Fran y Abelardo) con historias dispares
Había ganado el Real Madrid su décima Copa de Europa dos semanas atrás, en aquella final contra el Atlético de Madrid que Sergio Ramos mandó a la prórroga con su gol en el minuto 93, cuando el ya retirado periodista plasmó por escrito su opinión sobre un tal Nico González, al que sólo conocían entonces por ser el hijo de Fran. Su padre no fue un jugador cualquiera, más bien una rara avis porque vistió una misma camiseta durante toda su carrera, la del Deportivo de la Coruña, y vivió la etapa gloriosa del club.
De la Morena cuenta en el libro 'Los Silencios de El Larguero... 25 años después', entre otras muchísimas curiosidades, todas las complicaciones que se encontraron para organizar el XXI Torneo blueBBVA en Lima (Perú). Era la primera vez que se celebraba en otro país y se trasladó, ni más ni menos, que hasta el otro lado del charco. Allí acudieron las mejores canteras del mundo y diversos árbitros españoles. Pese a que tanto él como su equipo temieron que no se llevara a cabo, todo transcurrió con aparente normalidad.
Los culés ganaron aquella edición. Se impusieron al Madrid en la final tras vencer por 3-1 en la tanda de penaltis. Y el mencionado centrocampista, que ha conseguido llegar a la élite, fue uno de los jugadores más destacados. "El Barça es todo orden y toque. Tiene a Nico, el hijo de Fran, el que fuera jugador del Dépor, que si no se tuerce y tiene suerte, creo que llegará muy lejos. Es fabuloso", escribía el de Brunete. Ya en lo más alto, afronta la (difícil) tarea de asentarse en el primer equipo.
José Ramón puso sus ojos también sobre Diego Fernández, hijo del 'Pitu' Abelardo. El entonces miembro del Sporting de Gijón no ha corrido tanta suerte, quizás influenciado por una grave lesión que sufrió en 2017, cuando competía en categoría cadete. Estuvo prácticamente un año sin competir tras pasar por quirófano para solucionar una fractura de tibia y peroné. Su caso es uno más de entre los muchísimos niños que sueñan con dedicarse de forma profesional y se quedan por el camino.