Jugar con un mago del balón es una garantía. Hacerlo con dos es una maravilla. Puedes tener un mal día o sufrir un preocupante bajón físico, pero les das la pelota y la esconden, la miman, la juegan, la ofrecen y la meten donde quieren. Como hicieron Pedri y Gavi (18) para marcar el único tanto de la noche en el Camp Nou.
Había pasado un cuarto de hora, el Celta apenas se sacudía la presión azulgrana cuando, por atreverse a salir de su zona de confort, dejó espacio para la carrera de Gavi. El joven internacional llegó a la línea de fondo y puso un centro que Unai Núñez, en su intento de despeje, convirtió en asistencia para Pedri. El canario seguía la acción, intuyendo lo que podría pasar, que para eso es mago, y empujó la pelota para anotar el 1-0.
Parecía una de esas noches plácidas en la que los goles van cayendo como hojas de otoño. Ferran parecía el de sus primeros partidos con el Barça. Raphinha electrizaba la banda derecha con sus galopadas. Balde, desde la derecha como lateral, qué crecimiento el suyo, también ayudaba para meter más presión a los vigueses. Y el poco trabajo que había en defensa lo cortaban de raíz Piqué, titular otra vez, y Marcos Alonso, ejerciendo de central como no le gusta.
Sólo la pericia de Marchesín (34) bajo palos evitó más goles locales. Le sacó dos a Raphinha que desesperaron al brasileño; otro a Ferran cuando casi lo celebraba; incluso uno a Lewandowski de cabeza. Mal por cierto el polaco, sin intervenir en el juego apenas.
Todo parecía controlado ante un Celta timorato e inofensivo en el que Aspas se aburría como una ostra. Pero en la segunda mitad todo cambió. Al bajón físico del Barcelona, ojo con lo que se avecina esta semana, se le unió un cuadro celeste sin ya nada que perder. Y por ahí Óscar pudo haber logrado el empate en varias ocasiones. Mira que le pega bien el chico al balón, mas no tuvo el día. Unas veces por su mala puntería y otras por Ter Stegen, no metió ninguna de las que tuvo.
No fue el único. Cervi, después de atrapar un balón en el área, perdió el equilibrio cuando se relamía para lanzar un zurdazo a cinco metros del meta alemán. Y la tuvo también Veiga tras un regalo incomprensible de Ter Stegen. Nerviosismo en estado puro el que se vivía en Can Barça y en los jugadores, incapaces de quitarse la presión de un rival que se creyó el empate.
Lo consiguió, sí, con un testarazo de Larsen en el segundo palo a centro de Javi Galán. Pero este había recibido de Aspas en fuera de juego. Era un torbellino el cuadro de Coudet. Pero se frenó cuando su mejor goleador, el propio Iago Aspas, desperdició un mano a mano con el portero blaugrana. Menudo despeje de balonmano hizo este para salvar la victoria. Ahí se acabaron los fuegos artificiales.
Las tuvo de todos los colores el equipo gallego, pero una vez más salió del Camp Nou sin un triunfo. El que sí se llevó el Barça, que suma ya siete seguidos en Liga, para recibir líder al Real Madrid. Pero antes, el Inter.
Jugador Flashscore del Barcelona-Celta: Ter Stegen.