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Pérez gana en Yeda, con Verstappen segundo y Alonso, tercero tras anularse su sanción

Denis García
Actualizado
El momento del adelantamiento de Verstappen a Alonso.
El momento del adelantamiento de Verstappen a Alonso.AFP
Red Bull volvió a plasmar su tremenda superioridad sobre el resto de los equipos y logró un nuevo doblete en el Gran Premio de Arabia Saudí. Checo Pérez logró la quinta victoria de su carrera y quedó por delante de Max Verstappen, que protagonizó una meritoria remontada desde la decimoquinta posición. El podio lo completó Fernando Alonso, al que la FIA había sancionado en un primer momento con 10 segundos después de la carrera, pero finalmente se desdijo, lo que dejó al asturiano tercero superando a Russell, a Hamilton y a Carlos Sainz, que fue sexto.

La vida sigue igual en la Fórmula 1, con Red Bull paseándose y demostrando que juega en otra liga respecto a las demás escuderías, igual que ya sucedió en Baréin, pero con un Fernando Alonso que es un reloj suizo y que por fin tiene un coche que respalda su indiscutible calidad con el que, tras toda la controversia de después de la carrera de sanciones y luego anulaciones de las mismas, logró el podio número 100 de su carrera. 

Alonso adelantó a Pérez en la salida, pero fue sancionado

El asturiano le ganó la partida a Pérez en la salida pese a los intentos infructuosos del mexicano de cerrarle el hueco al ver que iba a perder la posición. No fue el único Aston Martin que salió bien, puesto que Stroll también pasó a Sainz y le mantuvo a raya hasta que Ferrari estuvo más hábil que la escudería británica en cuanto a estrategia en la primera parada a boxes y el madrileño pudo hacerle al canadiense el “overcut”.

Pero no fue un buen comienzo para los españoles, puesto que se pudo comprobar cómo el de Oviedo, al colocarse en su posición tras la vuelta de formación, lo hizo ligeramente desplazado hacia la izquierda, por lo que dirección de carrera le puso una sanción de cinco segundos.

Poco después, Pérez aprovechó el DRS para adelantarle, aunque no consiguió dejar atrás al bicampeón mundial, por lo que ambos comenzaron a dejar atrás al resto del pelotón, encabezado por un Russell al que el español debía dejar al menos a esos cinco segundos de distancia para no perder el segundo puesto en su paso por el pit lane, como así acabaría siendo.

Por detrás, como era de esperar al comenzar los dos fuera de su posición normal, tanto Leclerc, que salió con neumáticos blandos para escalar puestos lo más rápido posible (casi toda la parrilla empezó con medios, aunque Hamilton prefirió calzar los duros), como Verstappen, que fue ganando posiciones gracias a su endiablado ritmo, no tardaron mucho en ponerse quinto y sexto.

El coche de seguridad, justo a tiempo para Verstappen

Atendiendo a los precedentes en las dos carreras previas en el Circuito de la Corniche de Yeda, había un 100% de probabilidades de que tuviera que salir un coche de seguridad, y así fue en la vuelta 18, cuando el AMR23 de Stroll dijo basta. Todos los trabajados segundos que habían ido ganando los pilotos hasta entonces se quedaron en cero.

Verstappen ya tenía lo que buscaba: una relanzada de la carrera, pero en vez de partir desde el puesto 15 como al comienzo, lo haría desde el cuarto tras el habitual paso por boxes de casi todos los pilotos, aunque a los de Ferrari, Sainz y Leclerc, les vino fatal el abandono de Stroll, porque los dos acababan de parar justo antes y quedaron por detrás de los Mercedes en la sexta y séptima posición, lo que le sirve al madrileño para ser cuarto en la general detrás de su compatriota. 

De este modo, al neerlandés, con la aplastante superioridad de su Red Bull, no le costó nada adelantar a Russell y a Alonso para ponerse segundo por detrás de su compañero Pérez. Los de la bebida energética, con vía libre, demostraron una vez más estar en otra galaxia y comenzaron a pulverizar los tiempos, aunque dieron el susto cuando ambos comunicaron por radio que tenían problemas con el monoplaza, aunque el asunto no fue a más.

Si en Baréin hace dos semanas hubo mucha emoción en las últimas vueltas, en Arabia no sucedió lo mismo y no hubo ningún baile de posiciones, por lo que Alonso se mantuvo en la tercera plaza de manera cómoda, aunque tuvo que apretar a última hora por el enigmático mensaje de Mercedes a Russell diciendo que tratase de quedar, de nuevo, a menos de cinco segundos del de Aston Martin.

El motivo era por si había una nueva sanción contra el español, que finalmente se produjo en un primer momento y encima de 10 segundos porque en el momento de su primera parada en boxes en la vuelta 19 (de un total de 50, cerca de una hora antes del final de la carrera), un mecánico de Aston Martin tocó su coche antes de haberse cumplido los cinco segundos de penalización. Tras la apelación de Aston Martin, la FIA se desdijo y mantuvo el tercer puesto de Alonso. 

El circuito de Albert Park, en Australia, será el próximo destino del Gran Circo, aunque habrá que esperar otras dos semanas para volver a disfrutar con la mejor competición automovilística del mundo.