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Sudáfrica remonta a Inglaterra y se cita con Nueva Zelanda en final del Mundial

AFP
Una melé en el Sudáfrica-Inglaterra
Una melé en el Sudáfrica-InglaterraAFP
Sudáfrica derrotó a Inglaterra por un ajustado 16-15 y se clasificó para la final del Mundial de rugby este sábado en el Stade de France, el mismo escenario del partido por el título, dentro de una semana, contra Nueva Zelanda, verdugo de Los Pumas argentinos en la otra semifinal.

Los ingleses fueron superiores durante más de una hora de juego y llegaron a contar con ventaja de 6-15, pero acabaron cediendo al empuje de un equipo sudafricano que ya se enfrentó en una final mundialista a los All Blacks, con victoria para los Springboks en la famosa edición de 1995, en el Ellis Park de Johannesburgo, en presencia del entonces presidente del país Nelson Mandela.

Las estadísticas daban como favoritos a los sudafricanos, que en cinco precedentes contra los ingleses en Mundiales se habían impuesto en cuatro, tres de ellas en partidos eliminatorios y las dos últimas en finales (2007 y 2019).

Los números también decían que la única vez que Inglaterra le hizo un ensayo a Sudáfrica en un Mundial fue la vez en la que la Rosa salió airosa, 25-6 en la fase de grupos de la edición de 2003. Y que en ninguno de esos partidos anteriores, los dos equipos lograron anotar ensayos.

Este sábado, durante más de una hora, pareció que Inglaterra iba a hacer saltar todas las estadísticas, hasta que Rudolph Snyman anotó el único ensayo del partido, iniciando una remontada que culminó Handré Pollard con un penal desde la medular a solo dos minutos para el bocinazo final.

Por el tetracampeonato

Si Sudáfrica, vigente campeona, y Nueva Zelanda disputarán la final el 28 de octubre para convertirse en el primer equipo tetracampeón, la víspera, también en París, Los Pumas volverán a jugar contra Inglaterra, esta vez por el consuelo de la tercera plaza.

Ambos equipos se enfrentaron en el debut en el grupo D, con victoria europea por 27-10.

Antes del partido se pudo comprobar que, por una vez, el Stade de France iba a estar mayoritariamente con Inglaterra, ya que el público francés no ha olvidado aún la eliminación de la semana pasada frente a los Springboks, a los que dedicaron una sonora pitada al anunciarse los equipos por megafonía, ni la actuación del árbitro neozelandés Ben O'Keeffe, al que los galos responsabilizaron de esa derrota y le abuchearon.

Quizás por el hecho de jugar "en casa", Inglaterra arrancó siendo mejor que los Springboks y sacando provecho de cada reagrupamiento, con una demostración de la delantera de la Rosa en los rucks, bien para recuperar el oval o para llevar al error a los sudafricanos y provocar penaltis.

Su capitán, Owen Farrell, acertó los primeros tres golpes de castigo para llegar al minuto 25 con ventaja para los europeos de 3-9.

Un solo ensayo de Snyman

El juego del equipo sudafricano, que prácticamente no había amenazado a los ingleses, no le debía estar gustando a su seleccionador, Jacques Nienaber, porque a la media hora cambió a su director de orquesta, entrando Handré Pollard en lugar de Mannie Libbok.

Pero la dinámica no cambió, los sudafricanos caían en la trampa de los ingleses, que con otros seis puntos de Farrell (un penalti y un drop) llevó la ventaja a los nueve puntos (6-15), con los seguidores ingleses viendo cada vez más cercana la final (m.53).

Pero los Springboks, irreconocibles durante la primera hora de juego, sacaron partido de un lineout a cinco metros de la zona de marca rival para lograr el primer ensayo del partido, anotado por Rudolph Snyman, para reducir la desventaja a solo dos puntos, tras la conversión de Pollard (13-15) con solo diez minutos por jugar.

Y ahí los sudafricanos sí tiraron de experiencia para provocar el penalti de los ingleses en un scrum y Pollard no falló para poner a su equipo por primera vez por delante en el marcador (16-15, m.78). Suficiente para sellar el pase a la final.