Setién, de ayudante en el Marina a ser "la envidia de muchísimos entrenadores"
El conjunto castellonense se despidió este martes de Unai Emery, que ha abonado su cláusula de rescisión para marcharse al Aston Villa. Este movimiento es el que ha posibilitado que Quique Setién -firma para lo que resta de este curso y el siguiente- abandone la inactividad y se embarque en un nuevo proyecto, aunque con un asistente que nada tiene que ver con el de sus etapas en Las Palmas, Betis y Barça. De Eder Sarabia, ahora al frente del Andorra en Segunda a Ramiro Amarelle, una estrella del fútbol playa.
Setién, un técnico al que le gusta amansar tanto a las vacas como al balón, ya ha dirigido el primer entrenamiento con sus nuevos futbolistas. Los groguets han ofrecido un estilo de juego muy atractivo con el ex del Arsenal y el PSG, de modo que, en principio, no habrá demasiados cambios en ese aspecto, sí algunas pinceladas. Esto dijo el cántabro al respecto en su rueda de prensa de presentación: "No penséis que va a haber una revolución".
El debut de Quique al frente del cuadro amarillo no se hará de rogar porque será este mismo jueves cuando se estrene, en Conference League, contra el Hapoel Beer-Sheva. Lo hará sin ninguna presión porque el primer puesto del grupo está ya asegurado. Además, se trata de un rival bastante inferior al cuadro de La Cerámica, que lo ha ganado todo en dicha competición hasta la fecha. La cita más importante de la semana llegará el domingo ante el Athletic Club (18:30 horas).
"Ha sido algo inesperado, pensaba que me estaban gastando una broma. Tampoco creía que el Villarreal necesitara un entrenador. Tardé cinco segundos en cambiar el comportamiento de relajación. Estaba un poco desconectado y si no se hubiera dado, seguramente no hubiese vuelto a entrenar. Estaba de ayudante con unos chavales en el Marina (Cantabria). Ha habido una desaceleración, pero en dos días estoy como una moto", comentó el nuevo entrenador, cuyo nuevo club "se identifica totalmente" con su manera de ser y de hacer las cosas. "No podría haber ido a un sitio mejor", expresó.
"Soy una persona muy feliz ahora mismo y estoy encantado de volver. Es verdad, y lo tengo que reconocer, que no tenía muchas ganas. He desestimado ofertas porque quería llegar a un sitio que se acomodara a mi modo de ver el fútbol y la vida. Este es un club familiar y cercano que reúne muchísimos valores. Es un lugar extraordinario y tenemos jugadores de un nivel altísimo. Quiero trasladar todos mis conocimientos adquiridos en los más de 40 años y, sobre todo, hacer crecer al club", explicó Setién.
En cuanto a su etapa en el Barcelona, el cántabro volvió a ser muy claro, como en otras ocasiones: "Allí no fui yo y no pude serlo, pero las circunstancias cambian. De las experiencias siempre sale uno reforzado y sabré cómo comportarme para volver a ser el mismo otra vez. Se aprovecharán muchas cosas y se modificarán otras, aunque lo importantes es que los jugadores ya me conocen y han visto jugar a mis equipos. El nivel que tienen les ayudará a entender las cosas que vamos a cambiar. Notaréis esas diferencias. Seguramente sepamos transmitirlo".