Esas dos muertes súbitas fueron, precisamente, la causa final de que el tenista español no pudiera superar al segundo gran favorito para alzarse con el Open de Francia.
Davidovich llegó a ponerse con 6-5 y servicio para ganar el set, pero Nole, que lo conoce de haber entrenado en Marbella en varias ocasiones, le mantuvo el pulso para romperle el servicio y forzar el tie break que también ganaría.
Fue un golpe para Álex del que se recuperó en el segundo set. En el primer juego salvó dos bolas de break y luego le robó el saque a Djokovic. Pero de nuevo una reacción de este hizo que el marcador se igualase a pesar de que ambos perdieron tres juegos sacando en esta manga.
Davidovich llegó a disfrutar de una bola de set al resto. Momento en el que su contrincante sacó su mejor repertorio para volver a imponerse.
Fue ya demasiado castigo para la osadía del malagueño que se vino abajo mentalmente en el tercer set, a la postre definitivo. Ya no llegaba a las bolas como antes, no pegaba tan fuerte y, a pesar de las dificultades de Djoker con el saque, el partido ya estaba más que decantado incluso antes de acabar ese tercer set por 6-2.
Tres horas y 36 minutos duró el sueño de Davidovich, quien abandonó la pista ovacionado por el público presente.