Carlitos empezó con un ace, haciendo una declaración de intenciones y demostrando el poderío de su juego. El murciano fue muy superior desde el primer momento venciendo en los intercambios con golpes ganadores. El servicio inicial del rival le bastó para hacer el primer break del partido. Alcaraz decidió salir a la pista con su traje de extraterrestre para arrasar a su rival.
El tenista español ha estado muy seguro a lo largo de todo el primer set, su único resbalón para conseguir el set en blanco ha sido un Griekspoor con actitud guerrera capaz de ganar un juego en el que servía. Sacando para cerrar el set, Alcaraz, no ha fallado. Raqueta firme, cabeza alta, piernas rápidas e ideas claras para finiquitar un primer set muy tranquilo por 6-1.
El segundo set comenzó con un Griekspoor rebelde, que peleó hasta el final para ganar el primer juego en el que él sacaba. La necesidad del neerlandés y la vuelta de Alcaraz a su traje de ser humano, lógico cuando te ves tan superior, igualó el encuentro. La tensión empezó a palparse en el ambiente y el partido, totalmente igualado, se quedó en vilo, más aún con el parón medico que tuvo que hacer Carlos.
Ninguno le rompía el servicio al otro, ambos se agarraron con uñas y dientes a su servicio y ninguno conseguía ejercer presión sobre el otro. Llegó el tie break, esencial para Alcaraz de cara a los compromisos de la competición en el futuro, tenía que ganar para descansar más y no llegar a un tercer set.
En el ecuador del tie break, tras los minibreaks conseguidos por ambos, el partido seguía en la misma situación, empatado a tres. Griekspoor ha conseguido contrarrestar, en algunos momentos, la potencia de los golpes del número tres del mundo. Alcaraz, después de eso, ha vuelto a enfundarse la capa para conseguir llevarse el tie break de una manera superlativa (7-3).