Publicidad
Publicidad
Publicidad
Más
Publicidad

Fritz, la gran esperanza de EEUU, desafía el primer US Open de Sinner

AFP
Fritz, a romper la sequía de 21 años sin ganador estadounidense en su Abierto
Fritz, a romper la sequía de 21 años sin ganador estadounidense en su AbiertoKENA BETANCUR/AFP
En el desenlace de un torneo imprevisible, Taylor Fritz tiene el titánico reto de batir al número uno, Jannik Sinner, en su primera final del Abierto de Estados Unidos y romper una sequía de 21 años sin campeones de Grand Slam estadounidenses.

Fritz, un tenista que hasta ahora no había superado los cuartos de final de un torneo grande, será la inesperada última barrera de Sinner hacia su segundo trofeo de Grand Slam en la final del domingo en Nueva York (14 horas locales, 20 h CET).

En un evento que despidió pronto a campeones como Novak Djokovic y Carlos Alcaraz, Fritz aportó también sus dosis de sorpresas, apeando a antiguos finalistas como Casper Ruud y Alexander Zverev.

El hijo de la exjugadora Kathy May, cuartofinalista del US Open en 1978, ha sido durante años la raqueta estadounidense mejor posicionada en el ranking mundial (hoy en el puesto 12) y la que logró el éxito más destacado con su victoria en el Masters 1000 de Indian Wells de 2022.

Sus constantes tropiezos en los grandes escenarios, sin embargo, llevaron a creer que sería algún otro compañero de generación, como Frances Tiafoe o Ben Shelton, quien tomaría el testigo de Andy Roddick, el último estadounidense en alzar un trofeo de Grand Slam masculino en el US Open de 2003.

"Yo quería eso. Yo quería ser El Tipo. Todos queríamos", reconoció Fritz después de superar el viernes a su amigo Frances Tiafoe en una feroz batalla por el puesto en la final.

"Pero no sentía que debía ser yo. Yo sólo quería tener éxito en los Grand Slams y llegar a este momento", matizó Fritz, que en la semifinal tuvo menos aficionados de su lado que el carismático Tiafoe.

El domingo, en cambio, contará con el sonoro apoyo de los 23.000 aficionados de la mayor pista tenística del mundo, que no ven a un estadounidense en la final masculina desde que el propio Roddick cayó en 2006 frente a Roger Federer.

La carrera con Alcaraz

Aunque sólo cuatro jugadores han conseguido batir este año a Sinner, Fritz cree que tendrá grandes opciones si consigue desplegar su mejor tenis.

"Siempre he jugado bien contra Jannik", recordó.

"Tengo la sensación de que voy a salir y jugar muy bien y ganar", auguró el estadounidense, cuyo servicio ha tomado vuelo en este torneo.

Fritz y Sinner, de 26 y 23 años, son jugadores de físico (más de 1,90 de altura) y estilos de juego similares y se reparten victorias en sus dos duelos anteriores, ambos en Indian Wells.

Desde aquella victoria, en la edición de 2023, Sinner se ha erigido en una fuerza casi irresistible en el circuito, especialmente en los torneos de pista dura.

El pasado enero conquistó su ansiado primer título de Grand Slam en el Abierto de Australia y en el resto de temporada, en la que luce un balance de 54-5, triunfó también en los Masters 1000 de Miami y Cincinnati.

Con una victoria el domingo, Sinner se habrá repartido los títulos de los cuatro Grand Slams del año con el español Alcaraz, el otro líder de la nueva generación, que se impuso en Roland Garros y Wimbledon y por ahora tiene tres coronas más en su palmarés que el italiano.

Este curso puede estrenar una nueva era en el tenis masculino al ser el primero desde 2002 en el que ningún integrante del Big 3 (Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer) se apoderó de un trofeo grande.

Pendiente de la muñeca

A sólo un paso de su primer trofeo de Nueva York, Sinner ha sabido aislarse de la enorme polémica que le rodea por su doble positivo por clostebol de marzo, del que fue absuelto en agosto por considerarse que fue involuntario.

Primer italiano en una final masculina del US Open, Sinner sólo se dejó un set en un nervioso debut ante Mackenzie McDonald y otro en los cuartos ante Daniil Medvedev, para muchos una final anticipada.

Siempre imperturbable, el tenista forjado en las montañas de San Cándido ha estado en control de todos los partidos y el único interrogante de cara al domingo puede ser el golpe en la muñeca izquierda que sufrió en una caída en las semifinales ante Jack Draper.

Ante la prensa, Sinner trató de minimizar el percance, pero no pudo descartar del todo que pueda afectar a su ejecución de golpes como el revés en la final.