Alcaraz sufre para derrotar a un combativo Jarry en 4 sets y meterse en octavos de Wimbledon
Tras pasarse las dos primeras pantallas de Wimbledon (Chardy y Muller) a Alcaraz le tocó subir de nivel y de dificultad. El chileno Nicolás Jarry, de 27 años y 1,98m de altura, es el nº 28 en la clasificación de la ATP. Gran sacador y muy combativo, el español sabía que tenía ante sí un reto más complicado que los dos anteriores. En Halle, Jarry ya avisó venciendo a Tsitsipas.
El primer set estuvo muy igualado hasta que, con 4-3 arriba en el marcador, el murciano encontró el momento justo para hacer un break que luego supo mantener para vencer por 6-3 en 44 minutos de juego. Alcaraz estuvo sólido, concentrado y muy rápido de piernas en un primer asalto que cayó de su lado.
Salió airoso del primer envite pero a la salida de la curva le esperaba una cuesta abajo inesperada. Jarry, enrabietado, ganó sus dos primeros saques, rompió el suyo al español y se puso con un preocupante 3-0 por delante. A Carlos se le encendió la luz de alarma.
Con 4-1 abajo, el español puso la directa y ganó dos juegos con servicio propio y otro del chileno para igualar a 4. Ambos tenistas mantuvieron su saque desde entonces y se llegó al tie break. A Carlos se le fue una bola de set que parecía relativamente sencilla (para él) y Jarry no perdonó después para adjudicarse sus puntos e igualar el partido.
Al español le hizo daño perder el set. Tuvo que resetear rápido para no perder el ánimo ni la concentración. Salió con mucha fuerza y pasó el rodillo para ponerse 4-1 arriba en el tercero. Acabó imponiéndose por 6-3.
En la montaña rusa que vivió Alcaraz en el All England Tennis Club de Londres, en el cuarto set le tocó la bajada pronunciada. En duelos de tanta intensidad, una ligera desconexión supone un golpe durísimo. Jarry se colocó con 3-0 y al de El Palmar le tocaba de nuevo remar contracorriente. Y lo hizo.
Alcaraz apretó los dientes, buscó lo mejor de su juego y logró igualar a 4 un set que se le había puesto muy cuesta arriba. Jarry estaba jugando muy bien pero cuando el murciano pisa el acelerador es difícil pararle. En un partido tan largo, los altibajos son moneda de uso común. El partido obligó a Carlos a ofrecer su mejor versión en una situación complicada y respondió como se espera de un número 1.
Le faltaron dos minutos para cumplir las cuatro horas de partido ante un gran rival. Alcaraz ya está en octavos y su moral va creciendo.