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Alcaraz vuelve a castigar a Medvedev en Wimbledon y repetirá en la gran final

Daniel Núñez
Alcaraz celebra un punto en Wimbledon.
Alcaraz celebra un punto en Wimbledon.ANDREJ ISAKOVIC / AFP
El español, que aspiraba a repetir la cómoda victoria lograda un año atrás en ese mismo contexto, se impuso en tres horas y luchará por el título.

Carlos Alcaraz evitó al siempre temido Jannik Sinner, número uno del mundo, aunque de ninguna manera garantizaba eso un partido asequible en semifinales. Un tal Daniil Medvedev, dispuesto a olvidar definitivamente aquel episodio en tierras inglesas e incluso emular el meritorio triunfo en el US Open, aparecía en su camino otra vez para dar forma a un encuentro de primer nivel entre dos de los tenistas más aclamados del panorama actual.

El número tres del mundo dejó pasar una oportunidad para romper el saque en el juego inaugural, una situación que sufrió en el cuarto y con muy malas sensaciones. Las dobles faltas de su rival, algo menos eficaz de lo normal en dicho apartado, suponían un pequeño clavo al que agarrarse. El hecho de ser capaz de devolver la jugada con inmediatez fue un plus de cara a mantener sus esperanzas de conseguir el ansiado punto.

Una volea fallida del ruso permitió que llegara el 3-2, aunque el premio se esfumó de forma precoz y no tardó en caer el 5-2. Parecía estar todo muy claro a esas alturas, un contexto radicalmente opuesto al que se vio minutos después, cuando hubo que esperar al tiebreak para resolver la papeleta. Y en ese escenario, con el público ilusionado por disfrutar de una batalla larga y vibrante, el moscovita venció gracias a un contundente 7-1.

Y se levanta el campeón

Los globos no le estaban funcionando al murciano, en parte por el imponente físico de su oponente, quien aún tenía mucho camino por recorrer si quería acabar con el defensor del título. El menú que acostumbra a ofrecer es tan variado como una macedonia de frutas y, desde luego, su reacción no se hizo esperar, con alternativas de todo tipo. Pese a que Medvedev protagonizó algún que otro ejercicio de supervivencia, el huracán resultó imparable.

Alcaraz se hizo grande en una acción en la cual mostró carácter, garra y lucha; pugnó como un jabato y dio un golpe de efecto antes de castigar a su oponente con una rotura de servicio que llegó por todo lo alto (se la cruzó después de correr de lado a lado, levantó al público inglés y llevó a cabo su particular grito de guerra). Luego, tras concretarse el 3-6, estableció la igualada y volvió a equilibrar la contienda.

De genio a genio

Qué mejor forma de ratificar esas buenas sensaciones que manteniendo ese nivel en el siguiente tramo. Y apenas tardó unos instantes en ponerse en ventaja, lo cual era algo inédito. Luego, el 1-3 le hizo coger impulso para dar otro salto de gigante hacia la ansiada final, contra el serbio Novak Djokovic o el italiano Lorenzo Musetti, que empezó a vislumbrar con algo más de nitidez cuando colocó el 2-4 tras levantar un 30-0.

Y hasta gozó de una oportunidad para aumentar esa brecha y concretar la remontada antes de lo esperado. No lo puso sencillo el bueno de Daniil, resignado a estar un escalón por debajo respecto a su verdugo, que empezaba a crecerse con el transcurrir del pulso. Sin ser capaz de quebrar el servicio de Carlitos, finalmente se resignó a ver cómo este último firmaba el 4-6 bajo la atenta mirada de miles de espectadores -entre ellos Luka Modric-.

A un paso de la gloria

En los compases iniciales del cuarto tramo, la lógica se desvaneció. El intercambio, con derechazos sublimes por parte del jugador de El Palmar, siguió por momentos... hasta que el quinto del ranking ATP empezó a perder la paciencia y acumuló una serie de imprecisiones que le condenaron a vivir de nuevo a contracorriente (3-4). Y ya sin el margen de error que tenía antaño, navegar en esa coyuntura tan delicada no parecía ser una buena idea.

Bastaba con no fallar más de la cuenta para cerrar el triunfo, lo que muchas voces autorizadas definen como lo más complicado de este deporte tan físico como psicológico. El gigantón de casi dos metros apeló a la épica sin éxito tras haber resistido en el abismo. Aunque por momentos vio más cerca la victoria respecto al pasado 2023, cuando se vio avasallado, lo cierto es que claudicó de nuevo (otro 4-6 lo confirmó) ante el intratable pupilo de Juan Carlos Ferrero.

Las estadísticas del choque, en Flashscore.