La valoración que hacía el técnico catalán tras el 3-3 era, obvio, muy "negativa. Lo hemos dado todo, nos hemos dejado el alma, pero los errores cometidos los hemos pagado caros, no hemos defendido bien. Hemos perdonado mucho también. El fútbol es un juego de errores y hay que minimizarlos siempre".
Tras perder en Munich y en Milán, para Xavi apenas queda margen para soñar con la clasificación. "Es un golpe muy duro, cruel. Quedan otras competiciones, aparcamos ahora la Champions y nos centramos en LaLiga, donde queremos seguir líderes. En Champions no hemos dado la mejor versión por errores nuestros".
Fallos que ha querido asumir como propios a pesar de haber sido cometidos por exceso de confianza de algunos jugadores. "Si falla la defensa, fallo yo. Si fallan Piqué, Busquets, Pedri o Dembélé fallo yo como entrenador. Asumo toda la responsabilidad cuando falla el futbolista. No han salido con el nivel de activación que debíamos en la segunda parte. Asumimos la responsabilidad", ha confesado.